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SOBRE EDUCACIÓN

ESCRIBIR UN ENSAYO

ESCRIBIR UN ENSAYO

Síntesis de los capítulos VII al X de “Las claves de la argumentación

de Anthony Weston, Tr. Jorge F. Malem, Ed. Ariel, 7ª ed., Barcelona, 2002.

 

Para escribir un buen ensayo basado en argumentos, usted debe usar argumentos tanto como un medio para indagar, como para explicar y defender sus propias conclusiones. Debe pensar el trabajo examinando los argumentos de sus contrincantes y luego debe escribir el ensayo mismo con un argumento defendiendo sus propias conclusiones con argumentos y valorando críticamente algunos de los argumentos de la parte contraria.

 

COMPOSICIÓN DE UN ENSAYO BASADO EN ARGUMENTOS

Elija una conclusión que piensa que pueda defender.

Después organice el ensayo de manera de que se trate todo lo que necesita ser tratado y, de este modo, pueda presentar la argumentación de manera más eficaz.

Saque una hoja grande de papel y un lápiz para preparar el esquema.

 

Puntos principales de un ensayo:

Explique el problema.

Formule una propuesta o afirmación definitiva.

Desarrolle sus argumentos de un modo completo.

Examine las objeciones.

Examine las alternativas.

 

Explique el problema:

Comience por presentar la pregunta que quiere responder; luego, explíquela.

¿Por qué es importante?

¿Qué es de lo que depende la respuesta?

Si está formulando una propuesta para acciones o medidas futuras, comience mostrando que en la actualidad tenemos un problema.

¿Por qué otros deberían compartir sus preocupaciones o deberían estar interesados en sus ideas de cambio?

¿Qué le condujo a usted a interesarse por la cuestión?

Considere su audiencia.

Tome en cuenta que la audiencia puede no ser conciente de la cuestión, o de la gravedad del problema: su tarea es hacer que tomen conciencia de ello.

Para justificar su interés por una pregunta o cuestión particular, es posible que necesite apelar a valores o pautas compartidas.

 

Formule una propuesta o afirmación definitiva:

Si está formulando una propuesta, sea específico.

Después ofrezca tantos detalles como sea necesario.

Si su objetivo es evaluar algunos de los argumentos a favor o en contra de una determinada afirmación o propuesta, puede que no esté formulando una propuesta propia o, ni siquiera, llegando a una decisión específica.

Por ejemplo, quizá tan sólo pueda examinar una sola línea argumental en una controversia.

Si es así, diga clara e inmediatamente que eso es lo que usted se ha propuesto hacer.

A veces su conclusión puede ser simplemente que los argumentos de alguna tesis no son concluyentes.

De ser así, está bien, pero formule esta clara conclusión inmediatamente. Comience diciendo: “En este ensayo, debatiré que los argumentos a favor de X no son concluyentes”, de otra manera su ensayo parecerá no concluyente.

 

Desarrolle sus argumentos de un modo completo:

Una vez aclarada la importancia de la cuestión que está tratando, y una vez que haya decidido qué es exactamente lo que se propone hacer en su trabajo, está en condiciones de desarrollar su argumento principal.

Planificar es importante. Su trabajo tiene límites: no cerque más tierra de la que puede arar. Un argumento bien desarrollado es mejor que tres sólo esbozados.

No use cualquier argumento que considere que favorece su tesis. Además, diferentes argumentos pueden no siempre ser compatibles.

Concéntrese en uno o dos de los mejores.

Si hace una propuesta, tiene que mostrar que resolverá el problema con el cual comenzó. A veces con mostrar con exactitud la propuesta resulta suficiente.

Si propone que en el país se instituya un programa de validación para las escuelas, entonces será necesaria una argumentación cuidadosa.

Tiene que mostrar que dicho programa fomentaría la libertad de elección, que habría un serie de escuelas disponibles, y que estas escuelas serían claramente mejores que las actuales.

Tendría que argumentar acerca de las causas y efectos, mediante ejemplos.

Si debate a favor de una afirmación filosófica, éste es el lugar para desarrollar sus principales argumentos.

Si objeta a favor de su interpretación de un texto o suceso, éste es el lugar para explicar los detalles de ese texto o suceso, y para explicar su interpretación detenidamente.

Si su ensayo es una valoración de algunos argumentos en una controversia, explique aquellos argumentos y las razones de su evaluación.

Si fundamenta una afirmación en un argumento mediante ejemplos, asegúrese de tener un buen número representativo de ellos.

Si usa una forma deductiva, asegúrese de que es válida y de que cualquier premisa cuestionable también es defendida.

 

Examine las objeciones:

Anticípese a preguntas escépticas:

¿No es demasiada cara su propuesta?

¿No tardará demasiado?

¿Ha sido probada con anterioridad?

¿Puede conseguir gente para llevarla a cabo?

Si su propuesta será difícil de implementar: admítalo; y explique que intentarlo igual merece la pena.

La mayoría de las propuestas no tienen un solo efecto sino muchos.

Debe examinar qué desventajas puede tener su propuesta.

Anticípese a las desventajas que otros puedan enarbolar como objeciones, sáquelas a colación usted mismo y respóndalas.

Argumente que las ventajas superan a las desventajas (y asegúrese, previo análisis, de que así es).

También puede argumentar que algunas posibles desventajas no se darán en la práctica.

Si escribe un trabajo académico, busque las críticas a su afirmación o interpretación en textos asignados para el curso.

También encontrará objeciones hablando con personas de diferentes puntos de vista, y en su trasfondo de lecturas.

Escudriñe estas críticas por completo, seleccione las más fuertes o más comunes, y trate de responderlas.

 

Examine las alternativas:

Ésta es una regla obvia, pero es pasada por alto constantemente. Si defiende una propuesta, no es suficiente mostrar que su propuesta resuelve un problema.

También puede mostrar que es mejor que las otras maneras plausibles de resolver ese problema, bajo las circunstancias dadas.

Si interpreta un texto o un suceso, tiene que examinar las interpretaciones alternativas.

Por más hábil y profunda que sea su explicación de por qué sucedió una cosa, alguna otra explicación puede parecer más probable.

Tiene que mostrar que las otras explicaciones son menos probables.

 

ESCRIBIR EL ENSAYO

Usted ha explorado su cuestión y ha desarrollado un esquema.

Está listo para escribir el ensayo mismo.

Recuerde que escribir la versión formal es sólo el último paso.

Use un lenguaje concreto, específico, definitivo, juegue limpio.

Siga su esquema.

Formule una introducción breve.

Exponga sus argumentos de uno en uno.

No olvide la claridad.

Apoye las objeciones con argumentos.

No afirme más de lo que ha probado.

 

Use un lenguaje concreto, específico, definitivo, juegue limpio:

Utilice siempre las palabras pertinentes.

Use los términos de un modo consistente: evite la ambigüedad.

No utilice una misma palabra con distintos sentidos.

No dé por entendidos conceptos cruciales en la argumentación.

Puede especificar el significado de un término común, siempre que explique su nueva definición y la use consistentemente.

Si usa términos que en otras lenguas son más específicos, enúncielos en su idioma original y explique su acepción en español.

 

Siga su esquema:

Siga su esquema cuando comience a escribir.

No pase de un punto a otro, si éste debe venir más tarde.

Si al escribir le parece que su ensayo tiene una estructura desacertada, deténgase y revise su esquema. Después, siga de nuevo.


Formule una introducción breve:

Muchos estudiantes usan toda la primera página de su ensayo (de cuatro páginas), simplemente para hacer una presentación del trabajo, a menudo de manera muy general e irrelevante:

Durante siglos, los filósofos han discutido sobre la existencia de Dios… (NO)

En este ensayo, argumentaré que Dios existe. (SÍ)

Este trabajo probará que la institucionalización de un programa de validación para las escuelas primaria y secundaria, conduce a una sociedad de mayor intolerancia y aislamiento entre las personas de diferentes clases sociales.


Exponga sus argumentos de uno en uno:

Como regla general exponga un argumento por párrafo.

Incluir muchos puntos diversos en el mismo párrafo sólo confunde al lector y hace perder aspectos importantes.

Use su principal argumento para plantear sus párrafos.

Primero exponga sus intenciones con claridad, y después puede utilizar el silogismo hipotético que ya analizamos.

Primero formule su principal argumento en un párrafo.

Si no quiere incluir todos los pasos, al menos dé una clara idea de hacia dónde quiere llegar.

Luego explique y defienda este argumento, y dedique un párrafo a cada premisa.

Siga este modelo para todos los argumentos, no solamente para las deducciones.

Cuando las premisas se convierten en las afirmaciones principales de párrafos separados, es precisamente su formulación paralela la que mantiene unido el argumento en su conjunto.

 

No olvide la claridad:

Quizá usted sepa exactamente lo que quiere decir, para usted todo está claro, pero muchas veces no lo está para cualquier otra persona.

Las cuestiones que a usted le parece que están relacionadas, a algún lector de su ensayo le pueden parecer totalmente desvinculadas.

Por lo tanto, es esencial explicar las conexiones entre sus ideas, aun si le parecen absolutamente claras.

¿Cómo se relacionan sus premisas entre sí y fundamentan su conclusión?

La claridad es tan importante para usted como lo es para sus lectores.

Las cuestiones que a usted le parecen relacionadas puede que no estén realmente conectadas, y al tratar de aclarar las conexiones descubrirá que aquello que le parecía tan claro no lo es en absoluto.

Una buena prueba sobre claridad consiste en dejar de lado la primera redacción del trabajo durante uno o dos días, y leerla entonces nuevamente.

Otra buena prueba es mostrar su ensayo a sus amigos para su lectura.

 

Apoye las objeciones con argumentos:

Al desarrollar sus argumentos de una manera cuidadosa y completa, también tiene que desarrollar cuidadosamente y en detalle los posibles argumentos de las otras partes, aunque no de un modo tan completo como los propios.

No afirme más de lo que ha probado

Termine sin prejuicios:

En conclusión, todas las razones parecen favorecer el programa de validación, y ninguna de las objeciones se mantiene en pie. Obviamente en el país se debería de adoptar un programa de validación tan pronto como sea posible. (NO)

Argumenté en este ensayo que hay al menos una buena razón para adoptar el programa de validación. Aunque hay algunas objeciones serias, parece posible modificar el sistema de validación para hacerles frente. Merece la pena intentarlo. (SÍ)

 

LAS FALACIAS EN LA ARGUMENTACIÓN

Las dos grandes falacias:

Extraer conclusiones de una muestra demasiado pequeña.

Olvidar las alternativas.

 

Relación de falacias:

Ad hominen. Atacar a la persona de la autoridad alegada, en vez de atacar sus cualificaciones.

Ad ignorantiam. Apelar a la ignorancia.

Ad misericordiam. Apelar a la piedad.

Ad populum. Apelar a las emociones de la multitud, apelar a una persona que se comporta como la multitud.

Afirmar el consecuente. Una falacia deductiva: Si p entonces q. q. Por lo tanto p.

Ambigüedad. Usar una palabra simple por más de un sentido.

Causa falsa. Término genérico para una conclusión cuestionable sobre causa y efecto.

Composición. Asumir que un todo debe tener las propiedades de sus partes.

Definición persuasiva. Definir un término de tal manera que parezca neutral, pero que de hecho es sutilmente emotivo.

Descalificar la fuente. Usar lenguaje emotivo para menospreciar un argumento, incluso antes de mencionarlo.

División. Asumir que las partes de un todo deben tener las propiedades de un todo.

Falso dilema. Reducir las opciones que se analizan sólo a dos, a menudo drásticamente opuestas e injustas para la persona contra quien se expone el dilema.

Hombre de paja. Caricaturizar la opinión del oponente de tal manera que resulte fácil refutarla.

Negar el antecedente. Falacia deductiva: Si p entonces q. No-p. Por lo tanto, no-q.

Non sequitur. Extraer una conclusión que no se sigue.

Palabras equívocas. Cambiar el significado de una palabra en medio de un argumento, de tal modo que su conclusión pueda mantenerse aunque su significado se haya modificado radicalmente.

Petición de principio –petitio principii-. Usar de modo implícito la conclusión como premisa.

Pista falsa. Introducir cuestiones irrelevantes y desviar la atención del tema principal.

Post hoc, ergo propter hoc. (Literalmente: “después de esto, por lo tanto, debido a esto). Asumir la causalidad demasiado pronto sobre la base de la mera sucesión en el tiempo.

Preguntas complejas. Exponer una pregunta o una cuestión de tal manera que una persona no pueda acordar o discrepar con usted sin obligarse con alguna otra afirmación que usted quiere promocionar.

Provincianismo. Error por universalizar un hecho local.

Suprimir prueba. Presentar sólo una parte de un conjunto de datos que apoyen su afirmación, ocultando las partes que la contradicen.

 

 

LECTURAS SUGERIDAS:

ANSCOMBRE, Jean-Claude y Oswald Ducrot. La argumentación en la lengua. Tr. Julia Sevilla y Marta Tordesillas. Ed. Redos, Madrid, 1994. (Biblioteca Románica Hispanoamericana. Manuales, 75)

BEUCHOT, Mauricio y Edgar González Ruiz. Ensayos sobre teoría de la argumentación. Universidad de Guanajuato, México, 1993.

ECO, Umberto. Interpretación y sobreinterpretación. Tr. Juan Gabriel López Guix, Cambridge University Press, 2ª ed., Madrid, 1997.

MARTÍNEZ, José Luis. “Orígenes y definición del ensayo” en El ensayo mexicano moderno, I. F.C.E., 3ª ed., México, 2001.

MOLL SUREDA, María Elena. “El ensayo como estructura lingüística y construcción de sentido” en Onomazein. No. 5, Chile, 2000.

PREISTLEY, Maurer. Técnicas y estrategias del pensamiento crítico. Ed. Trillas, México, 1996.

PUIG, Luisa. Discurso y argumentación: un análisis semántico y pragmático. UNAM, México, 1991. (Cuadernos del Seminario de Poética, 15).

REY, Jöelle. “La argumentación en la divulgación científica” en Escritos. Revista del Centro de Ciencias del Lenguaje. Número 17/18, Universidad Autónoma de Puebla, México, enero-diciembre de 1998.

RICŒUR, Paul. Teoría de la interpretación. Discurso y excedente de sentido. Tr. Graciela Monges Nicolau, Ed. Siglo XXI, México, 1995.

http://www.ensayistas.org/
 
Recomendamos también nuestros post anteriores: Introducción al ensayo y De la argumentación .

LA INVESTIGACIÓN DOCUMENTAL

LA INVESTIGACIÓN DOCUMENTAL

[Apuntes mínimos para elaborar un trabajo de investigación. Sólo para principiantes.]

La investigación es un proceso que, mediante la aplicación de métodos científicos, procura obtener información relevante, fidedigna e imparcial, para extender, verificar, corregir o aplicar el conocimiento. Etimológicamente, la palabra investigación viene del latín in-vestigium, que significa en pos de la huella; así pues, la palabra investigación lleva en sí misma el sentido de que para indagar sobre algo, se necesita tener un vestigio o una huella. Se trata de buscar el sentido de las cosas, cada ser humano necesita más información sobre los seres que lo rodean, ya que desde el inicio de su existencia y durante toda su vida, tiene que coexistir con un entorno y un contexto de seres y de circunstancias. La investigación consiste en la búsqueda de la verdad: cuando el hombre pregunta, busca, indaga, lo que pretende conocer es la verdad acerca de aquello que significa descubrir o descorrer el velo de algo. Este algo, al ser descubierto se hace patente, o sea que manifiesta su sentido de verdad. Asimismo, la investigación consiste en ampliar el horizonte de significatividad, puesto que un término es significativo para nosotros cuando su sentido se puede explicar por el acervo de conceptos que ya poseemos; de igual manera, un objeto es significativo, cuando sabemos para qué sirve o en qué consiste su valor.

Los trabajos de investigación responden a diferentes necesidades académicas, como la respuesta ante las interrogantes planteadas por un problema en una situación determinada, la búsqueda a ciertos acontecimientos o fenómenos, o la adquisición de suficientes conocimientos que le sirvan para predecir cambios.

Los objetivos de la investigación son, por lo general, realizar un estudio para describir algún tema de conocimiento, buscar información para dar respuestas satisfactorias a cuestionamientos sobre fenómenos, estudiar profundamente un problema a fin de obtener datos suficientes que permitan hacer ciertas proyecciones, organizar el pensamiento expresado por diversos autores con relación a un tema de estudio, y presentar opiniones personales o juicios de valor sobre una materia determinada. Los trabajos de investigación tienen su razón de ser porque son un medio eficaz para adquirir conocimientos; para ponernos en contacto con las fuentes directas de información; nos da la oportunidad de participar activamente en trabajos creativos, y; nos capacita para sistematizar la búsqueda de conocimientos, organizar y presentar debidamente los resultados de una investigación. La investigación no debe ser improvisada, intuitiva, irreflexiva ni precipitada.

Para elegir el tema a investigar se debe tener capacidad para abordarlo, especificar los beneficios intelectuales que tal estudio pueda proporcionar, y aclarar los medios y recursos necesarios para abordar el tema. El tema debe ser concreto para poder profundizar en la materia y no perderse en superficialidades o llegar a conclusiones ya superadas. Se puede retomar un tema: si ha sido tocado sólo incidentalmente en una investigación, se estudia y se amplía; si no está tratado profundamente., se investiga aplicándole métodos más adecuados; si hay errores y deficiencias en la información, se completa y se corrigen los errores; si se estudió desde un punto de vista, se replantea para aportar una nueva visión desde otra perspectiva.

La investigación documental se caracteriza por el empleo predominante de registros gráficos y sonoros como fuentes de información. Generalmente se le identifica con el manejo de mensajes registrados en la forma de manuscritos e impresos, por lo que se le asocia normalmente con la investigación archivística y bibliográfica. El concepto de documento, sin embargo, es más amplio. Cubre, por ejemplo: películas, diapositivas, planos y discos.

Las fuentes de la investigación son las enciclopedias, diccionarios y libros; artículos, revistas, tesis, informes técnicos, manuscritos, monografías; el propio centro de trabajo, la comunidad a la que se pertenece; los adelantos de la tecnología, las conferencias, las discusiones académicas, los seminarios, las clases, los congresos, las mesas redondas, la consulta a especialistas en la materia que interesa estudiar; libros de texto, publicaciones periódicas de la especialidad, folletos, programas de estudio, programas de investigación, guías bibliográficas, catálogos, índices, boletines informativos, reseñas, ensayos.

El plan de trabajo es un instrumento que permite organizar, de manera lógica y sistemática, las actividades que se requieren para realizar la labor de investigación. Es una guía para la investigación y ofrece la oportunidad de revisar el proceso antes de emprenderlo, y en él se valoran todas las etapas. Las partes del plan son: 1) El tema elegido: en esta parte se indica exactamente qué se pretende investigar. 2) La justificación del estudio: aquí se expone para qué se investigará, los beneficios que se lograrán con el estudio, la necesidad o importancia para desarrollar el trabajo. Se apunta si lo que se busca es la adquisición de conocimientos teóricos, la solución de un problema, la aplicación de un método o proceso, etc. Se mencionan los intereses que movieron para emprender la investigación. 3) Definición del tema elegido: se señalan los límites de la investigación, y se enumeran los aspectos propios del tema tales como ubicación, punto de vista, marco teórico, los sujetos de investigación (equipo), etc. 4) Antecedentes del tema: se explica brevemente la ubicación de la investigación en el contexto de conocimientos mencionando los adelantos existentes y los principales trabajos que se hayan realizado hasta ese momento, y se cita la bibliografía preliminar. 5) Forma en que se llevará a cabo el proceso: se expone la forma en que se realizará la investigación. Se indican los pasos que se tiene planeado seguir, desde la recopilación del material informativo, la organización de las fichas, la redacción y presentación del trabajo. 6) Esquema de trabajo: se anexan, a manera de un enlistado, y enumerados lógicamente, los posibles capítulos y subcapítulos del trabajo. 7) La agenda del trabajo: se indican las fechas y/o tiempos probables para la realización de cada etapa del trabajo.

La recopilación del material: Cuando el plan de trabajo está hecho, ya estamos listos para obtener el material. Para esto necesitamos buscar libros, revistas, folletos, documentos en general, en donde se aborde el tema a tratar. Las fuentes se encuentran según su carácter y naturaleza en distintos organismos dedicados a la labor de concentrar ordenadamente los materiales y ponerlos a la disposición del público: archivológicas, bibliográficas, videográficas, audiográficas, hemerográficas e iconogáficas. Los sistemas de información como la biblioteca, la hemeroteca, etc., están creados con las funciones específicas de proporcionar servicios de difusión de las fuentes documentales de información: archivo, biblioteca, filmoteca, fonoteca o discoteca, hemeroteca y museos. En la biblioteca se guardan básicamente libros, aunque algunas veces contienen materiales audiovisuales y publicaciones periódicas. Hay bibliotecas generales, especializadas, públicas y privadas. En la hemeroteca se localizan las publicaciones periódicas, como las revistas, los periódicos, algunos folletos, semanarios, etc. Los periódicos publican noticias, artículos, crónicas sobre política, economía, deportes, etc. Las revistas divulgan la cultura a distintos niveles, y contienen artículos de fondo, documentos inéditos, notas críticas, etc. Los boletines ofrecen información en torno al campo de trabajo de algunas academias, instituciones o asociaciones. En el archivo se guardan y conservan documentos como cartas, manuscritos, informes, materiales históricos, etc. con la finalidad de consignar organizadamente la historia de los asuntos importantes tramitados por la institución que los archiva o por otra que se dedica especialmente a su recopilación. La fonoteca o discoteca es una institución dedicada a recopilar, clasificar y difundir los materiales grabados como son los discos, programas de radio, conferencias o recitales recogidos en cintas magnetofónicas, casetes, etc. La filmoteca se propone localizar, adquirir, clasificar y difundir las películas, videocasetes, diapositivas, etc.

Como técnicas de registro de información, primero hay que recabar los datos de identificación de los documentos que se trabajarán, es decir la elaboración de las fichas bibliográficas, hemerográficas, etc., y luego la redacción de las fichas de trabajo. La ficha bibliográfica contiene todos los datos necesarios y suficientes, preestablecidos convencionalmente para identificar cada uno de los libros que se usarán, como son los autores, título, edición, año y lugar de publicación, colección y número. Si se trata de una revista se incluye la periodicidad, el número, tomo, fecha, y al igual que en la ficha de periódico se puede hacer bajo autor o bajo título. En la de periódico se incluye la fecha, sección y columna del artículo citado. En los discos, documentales, películas y videojuegos se escribe además el soporte, ya sea un CD, DVD, u otro; y si es de la televisión se anota el horario, la duración y el canal.

La ficha de trabajo contiene los razonamientos, planteamientos o interpretaciones del autor; en ella se formulan también los comentarios, críticas, conclusiones, etc., del investigador respecto de los documentos de análisis. Del material recogido en las fichas de trabajo dependerán la corrección y coherencia de la redacción del escrito, así como su adecuada argumentación y suficiente fundamentación. Hay varios tipos de fichas de trabajo: en la ficha textual. En ella se realiza la trascripción de un párrafo que contenga una idea o ejemplo importante para el trabajo de investigación que se está elaborando. Se escriben entre comillas para distinguirlas de los comentarios o ideas personales del investigador. Debe ser breve, tener unidad y presentar una sola idea. Si una parte del texto que se quiere transcribir es innecesaria, se elimina y en su lugar se anotan puntos suspensivos y entre paréntesis cuadrados: [...] Y si la parte omitida es muy extensa, mejor se hace otra ficha. Cuando en la cita textual hay una falta de ortografía, de construcción o de otro tipo, no se corrige, pero se anota justo después de éste, la abreviatura sic., que significa: así está en el original. La ficha de paráfrasis repite la idea de un texto pero con otras palabras. En la ficha de resumen se escriben sólo las principales ideas mencionadas en un texto, pero sin involucrar las ideas personales, y en la ficha de síntesis se escriben las ideas principales, pero ya expresadas desde un punto de vista determinado. La ficha de comentario consiste en que después de haber asimilado el contenido de un texto se escriben en la ficha las ideas personales en torno a lo leído, es decir, se formulan críticas, juicios u opiniones. Y en la ficha mixta. Se compone de dos elementos: una cita textual que se anota en la parte superior de la tarjeta, y un comentario personal, una paráfrasis, resumen o síntesis sobre la cita en la parte inferior. La estructura de la ficha de trabajo contiene lo siguiente: Datos para identificar la fuente, donde se anotan sólo el nombre del autor, el título de la obra y las páginas que hayan sido transcritas, resumidas, etc. Si el título es muy largo se escribe sólo la primera parte de éste y en seguida puntos suspensivos. Esto no causa confusión ya que los datos completos están en la bibliografía. En el ángulo superior derecho se registra el nombre del tema y subtema al que corresponde la ficha, de acuerdo al plan de trabajo. El texto es el cuerpo de la ficha y ocupa la mayor parte de la tarjeta; en caso de que se requiera más espacio, su pueden usar dos o tres tarjetas, y para evitar confusiones, en cada una se vuelven a anotar los datos de la fuente y tema, se numeran y se engrapan. Y finalmente el tipo de ficha. Antes de escribir el texto de la ficha se debe especificar de qué tipo es, en el centro y entre paréntesis.

Organización y análisis del material. Al concluir la recopilación del material, las fichas de trabajo se deben organizar a través de los siguientes pasos: formación de un fichero, comparación, selección, ordenamiento y análisis crítico.

Redacción y presentación. Después de haber hecho el análisis crítico sólo resta asentar los resultados de la investigación. Es muy probable que, a estas alturas el plan haya sido modificado en el transcurso del trabajo. Se hacen las correcciones al esquema de trabajo y, guiándose por él se empieza a redactar, revisando las fichas ya organizadas. Aquí se expresa de una manera clara y objetiva el informe de la investigación realizada. Es indispensable que antes de redactar se tenga bien definido el tipo de trabajo que se va a escribir, algunos ejemplos son el informe, la reseña, el artículo, la monografía y el ensayo.

Estructura del trabajo académico. La estructura típica de los trabajos académicos consta de tres partes esenciales con las que se logra dar unidad a la exposición: introducción, exposición general o desarrollo, y conclusiones y/o recomendaciones, o resumen. Sin embargo, el trabajo académico, que presenta el informe de una investigación realizada, contiene por lo general los siguientes elementos: portada, tabla de contenidos, introducción, exposición general o desarrollo, conclusiones y/o recomendaciones, o resumen, bibliografía o lista de referencias bibliográficas, apéndices y/o anexos (si los hay), y los índices (si son necesarios).

La introducción se redacta hasta que el trabajo ha sido concluido. En ella no se debe pretender desarrollar el problema ni presentar las conclusiones. Aquí se resume lo planteado originalmente en el plan de trabajo: el qué, el para qué, el cómo, etc. de la investigación. En el desarrollo o exposición general se expone, se demuestra y se sustenta la argumentación. La hipótesis propuesta para la resolución del problema se confirma, rechaza o modifica. La organización interna de la exposición depende del tipo de trabajo, del tratamiento de los temas, del razonamiento, de la metodología. Todas las partes se justifican y relacionan: cuadros, gráficas, figuras, referencias, citas, etc. Debe responder a los lineamientos propuestos en la introducción. Como es la parte más extensa se divide en capítulos, subcapítulos y otras subdivisiones, de acuerdo al esquema de trabajo, para una exposición más clara. Los títulos y subtítulos responden a una organización interna. En las conclusiones y/o recomendaciones se dan los resultados obtenidos en todo el proceso de investigación; se muestran los adelantos alcanzados con el estudio y se manifiestan las explicaciones o soluciones al problema propuesto en la introducción. En el caso de investigaciones realizadas con la finalidad de sólo describir ciertos hechos, organizar el pensamiento de algunos autores con relación a un tema, es decir, de los trabajos sin un elemento crítico, no tienen que llevar conclusiones, sino un resumen de los aspectos conseguidos en la investigación, una síntesis con opiniones y recomendaciones sobre el tema.

La redacción del trabajo. Redactar, en su sentido etimológico, es "poner en orden", es decir expresar por escrito las ideas en forma lógica. Antes de redactar definitivamente se elabora un borrador en el que se trata de estructurar el cuerpo del trabajo en forma tentativa. Aquí se procura articular las partes, relacionar ideas, dar coherencia, y no transcribir uno tras otro los textos de las fichas sin manifestar una exposición razonada. La revisión y corrección del borrador se debe hacer al contenido y a la forma, además de los aspectos morfosintácticos, semánticos y ortográficos. Se examinan enunciados, párrafos, capítulos, hasta llegar a la totalidad del texto. Finalmente, se ordenan las partes del trabajo y se pasa en limpio tomando en cuenta la presentación del mismo.

Presentación del escrito. Los trabajos académicos se rigen por normas convencionales aceptadas por el uso universal y que caracterizan los resultados serios de las investigaciones. A decir, las siguientes: Referencias bibliográficas. Es característica esencial en la investigación documental el acudir a fuentes de información para sustentar y apoyar la exposición, de ahí que varias ideas propuestas en un trabajo se fundamentan en escritos de otros autores. En los trabajos académicos es muy frecuente que se transcriban textos o ideas de algún autor a fin de ampliar, analizar, comentar, explicar, refutar o probar alguna argumentación; es entonces necesario dar el crédito a quien le corresponde y citar con exactitud y cuidado. Estos textos e ideas se llaman citas, y son de dos tipos: Citas textuales o directas, en las que se transcriben las mismas palabras, puntuación y ortografía que aparecen en la fuente consultada. Después de una cita, siempre entre comillas, se coloca la "llamada de cita" con un número arábigo entre paréntesis o volado. La numeración de las llamadas de cita se realiza, ya sea en una sola numeración en cada página, corrida en todo el trabajo, o consecutiva en cada capítulo. En las citas indirectas se emplean las palabras del propio investigador para exponer las ideas de un autor. Este tipo de ideas se integran al texto, ya sean resumidas o parafraseadas.

Las notas son un tipo de información que no se acostumbra a incluir en el texto, y sirven para complementar el contenido del estudio, hay las notas de contenido, que amplían el texto con la información que se proporciona en ellas explicando, comentando o enriqueciendo un punto determinado que se desprenda del texto, las notas de referencia cruzada, que remiten al lector a otra parte del mismo trabajo y, a veces, a otro documento, para que se compare o revise el contenido expuesto en las dos partes, y; las notas de referencia bibliográfica, que presentan datos exactos de la fuente donde se consultó la cita que aparece dentro del texto. Cuando se cita por primera vez un documento se escribe en la nota la referencia completa de la fuente de información. Cuando se haya hecho mención completa de los datos bibliográficos de un documento, no es necesario repetirlos todos, entonces se utilizan las abreviaturas correspondientes: Íbid. (Ibidem) que significa en el mismo lugar, se usa cuando se cita otra página de la misma fuente inmediata a la anterior; Íd. (Idem) significa lo mismo, es cuando se cita la misma obra y la misma página de la fuente inmediata anterior; Loc. cit. (Loco citato) en el lugar citado, cuando se hace referencia a la misma obra y a la misma página ya citada en una nota anterior, que no sea la inmediata a la anterior. Se debe repetir el nombre y apellido del autor antes de la abreviatura; Op. cit. (Opere citato), en la obra citada, para referirse a la misma obra ya citada en una nota anterior. También se anota el apellido y nombre del autor, y la página citada; v.; vid. (Vide), véase, consúltese, indica que la fuente a la que se hace referencia amplía la información del tema; y cf.; cfr. (Confer), compárese, confróntese, se usa para indicar que se consulte para reafirmar o contradecir el tema.

Apéndices: es un estudio o ampliación de un tema, tratado por el mismo autor, que se añade a la información proporcionada en el campo del trabajo. Tales aspectos no son esenciales a la exposición general, pero sí de utilidad para la valoración del trabajo o para el planteamiento de una investigación posterior. Anexos: son estudios o materiales informativos que se presentan al final del trabajo y sirven de apoyo o de ampliación a la exposición general del texto. La diferencia con los apéndices es que los anexos contienen documentos que no han sido elaborados por el autor. Glosario: se emplea cuando es necesario definir o explicar el significado o el sentido en el que están utilizados algunos términos en el texto. Se ordenan alfabéticamente. El glosario se presenta al final del trabajo. Índices: son listas organizadas que presentan los aspectos y temas tratados para dar a conocer la ubicación de los aspectos en la obra, para dar una visión general de los temas tratados, y para fines de consulta que permiten localizar rápidamente la información. Hay índices de abreviaturas y siglas, de ilustraciones, nombres u onomástico, temas o temático, entre otros. Tabla de contenidos: presenta las partes y temas que contiene el trabajo de investigación. Equivale al esquema del plan de trabajo, y de acuerdo a él, se elabora. En él se señalan las páginas donde se encuentran los temas; se coloca al inicio del escrito; los títulos deben coincidir con los que aparecen en el texto.

Consulta también los post de investigación descriptiva , histórica y experimental.

Para preguntas o especificaciones del contenido de este apunte, enviar un mensaje a noemagico@gmail.com

DE LA ARGUMENTACIÓN

DE LA ARGUMENTACIÓN

Síntesis de “Las claves de la argumentación” de Anthony Weston,

Tr. Jorge F. Malem, Ed. Ariel, 7ª ed., Barcelona, 2002.

¿POR QUÉ ARGUMENTAR?

Para algunas personas, argumentar es sólo exponer sus prejuicios bajo una nueva forma. Por eso muchas personas piensan que los argumentos son desagradables e inútiles. Una acepción de «argumento» tomada de un diccionario es «disputa». En este sentido, a veces decimos que dos personas «tienen un argumento»: una discusión verbal. Esto es algo muy común. Pero no representa lo que realmente son los argumentos. En Las claves de la argumentación de Anthony Weston, «dar un argumento» significa ofrecer un conjunto de razones o de pruebas en apoyo a una conclusión. Aquí, un argumento no es simplemente la afirmación de ciertas opiniones, ni se trata simplemente de una disputa. Los argumentos son intentos de apoyar ciertas opiniones con razones. En este sentido, los argumentos no son inútiles, son, en efecto, esenciales.

El argumento es esencial, en primer lugar, porque es una manera de tratar de informarse acerca de qué opiniones son mejores que otras. No todos los puntos de vista son iguales. Algunas conclusiones pueden apoyarse en buenas razones, otras tienen un sustento mucho más débil. Pero a menudo, desconocemos cuál es cuál. Tenemos que dar argumentos en favor de las diferentes conclusiones y luego valorarlos para considerar cuán fuertes son realmente. En este sentido, un argumento es un medio para indagar.

Argumentar es importante también por otra razón. Una vez que hemos llegado a una conclusión bien sustentada en razones, la explicamos y defendemos mediante argumentos. Un buen argumento no es una mera reiteración de las conclusiones. En su lugar, ofrece razones y pruebas, de tal manera que otras personas puedan formarse sus propias opiniones por sí mismas. Si usted llega a la convicción de que está claro que debemos cambiar la manera de criar y de usar a los animales, por ejemplo, debe usar argumentos para explicar cómo llegó a su conclusión, de ese modo convencerá a otros. Ofrezca las razones y pruebas que a usted le convenzan. No es un error tener opiniones. El error es no tener nada más.

COMPRENDER LOS ENSAYOS BASADOS EN ARGUMENTOS

Las reglas que rigen los argumentos, entonces, no son arbitrarias: tienen un propósito específico. Pero los estudiantes (al igual que otros escritores) no siempre comprenden ese propósito cuando por primera vez se les asigna la realización de un ensayo escrito basado en argumentos; y si no se entiende una tarea, es poco probable que se realice correctamente. Muchos estudiantes, invitados a argumentar en favor de sus opiniones respecto a determinada cuestión, transcriben elaboradas afirmaciones de sus opiniones, pero no ofrecen ninguna auténtica razón par pensar que sus propias opiniones son las correctas. Escriben un ensayo, pero no un ensayo basado en argumentos.

Éste es un error natural. En el bachillerato, se pone el acento en el aprendizaje de cuestiones que son totalmente claras e incontrovertidas. Usted no necesita argumentar que la Constitución de los Estados Unidos establece las tres ramas del gobierno, o que Shakespeare escribió Macbeth. Éstos son hechos que usted necesita tan sólo dominar, y que en sus trabajos escritos sólo necesita exponer.

Los estudiantes llegan a la universidad esperando más de lo mismo. Pero muchos cursos de la universidad, especialmente aquellos en los que se asignan trabajos escritos, tienen un objetivo diferente. Estos cursos se interesan por los fundamentos de nuestras creencias y exigen de los estudiantes que cuestionen sus propias creencias, y que sometan a prueba y defiendan sus propios puntos de vista. Las cuestiones que se discuten en los cursos de las universidades no son a menudo aquellas cuestiones tan claras y seguras. Sí, la Constitución establece tres ramas de gobierno, pero, ¿debe tener la Corte Suprema, realmente, el poder del veto sobre las otras dos? Sí, Shakespeare escribió Macbeth, pero ¿cuál es el sentido de este drama? Razones y pruebas pueden darse para diferentes respuestas. En estos cursos, los estudiantes tienen la tarea de aprender a pensar por sí mismos, a formar sus propias opiniones de una manera responsable. La capacidad para defender sus propias opiniones es una medida de esta capacidad, y, por ello, los ensayos basados en argumentos son tan importantes. En efecto, para escribir un buen ensayo basado en argumentos usted debe usar argumentos tanto como un medio para indagar, como para explicar y defender sus propias conclusiones. Debe pensar el trabajo examinando los argumentos de sus contrincantes y luego debe escribir el ensayo mismo con un argumento defendiendo sus propias conclusiones con argumentos y valorando críticamente algunos de los argumentos de la parte contraria.

COMPOSICIÓN DE UN ARGUMENTO

Distinga entre premisas y conclusión. La “conclusión es la afirmación a favor de la cual usted está dando razones; las afirmaciones mediante las cuales usted ofrece sus razones son llamadas “premisas”. Los argumentos se pueden utilizar como un medio de indagación, y se puede comenzar tan sólo como la conclusión que quiere defender, expóngala con claridad, explícitamente, y pregúntese a sí mismo qué razones tiene para extraer esa conclusión. El primer paso al construir un argumento es preguntarse ¿Qué estoy tratando de probar? ¿Cuál es mi conclusión?

Presente sus ideas en un orden natural, ponga primero la conclusión seguida de sus propias razones, o exponga primero sus premisas y extraiga la conclusión final. En cualquier caso exprese sus ideas en un orden tal que su línea de pensamiento se muestre de la forma más natural a sus lectores.

Parta de premisas fiables, si usted no está seguro acerca de la fiabilidad de una premisa, puede que tenga que realizar una investigación, y/o dar algún argumento corto a favor de la premisa misma. Si no puede argüir adecuadamente a favor de su(s) premisa(s), entonces, tiene que darse completamente por vencido y comenzar de otra manera.

Use un lenguaje concreto, específico, definitivo, escriba concretamente, evite los términos generales, vagos y abstractos. Evite un lenguaje emotivo, no haga que su argumento parezca bueno caricaturizando a su oponente. Generalmente las personas defienden una posición con razones serias y sinceras. Trate de entender sus opiniones aun cuando piense que están totalmente equivocadas, y si usted no puede imaginar cómo podría alguien sostener el punto de vista que usted está atacando, es porque todavía no lo ha entendido bien. Evite el lenguaje cuya única función sea la de influir en las emociones de su lector u oyente, ya sea a favor o en contra de las opiniones que está discutiendo. El lenguaje emotivo predica sólo para el converso, pero una presentación cuidadosa de los hechos puede, por sí misma, convencer a una persona.

Use términos consistentes. Use un solo conjunto de términos para cada idea: los términos consistentes son especialmente importantes cuando su propio argumento depende de las conexiones entre las premisas. Es importante que use un único significado para cada término. La tentación opuesta es usar una sola palabra en más de un sentido: ésta es la falacia clásica de la “ambigüedad”. Una buena manera de evitar la ambigüedad es definir cuidadosamente cualquier término clave que usted introduzca: luego, tenga cuidado de utilizarlo sólo como usted lo ha definido. También puede necesitar definir términos especiales o palabras técnicas.

ARGUMENTOS MEDIANTE EJEMPLOS

Los argumentos mediante ejemplos ofrecen uno o más ejemplos específicos en apoyo de una generalización. Es necesario preguntarse ¿Cuántas premisas apoyan adecuadamente una generalización? Un requisito es que los ejemplos sean ciertos, puesto que un argumento debe partir de premisas fiables. Si las premisas no pueden sustentarse, no hay argumento. Para comprobar los ejemplos de un argumento, o para encontrar buenos ejemplos para sus argumentos, tendrá que investigar.

Un ejemplo simple puede ser usado, a veces, para una ilustración. Pero sólo un ejemplo no ofrece prácticamente ningún apoyo para una generalización. Puede ser un caso atípico, la “excepción que confirma la regla”. Siempre se necesita más de un ejemplo. En una generalización sobre un conjunto de casos relativamente pequeño, el mejor argumento examina todos, o casi todos, los ejemplos. Las generalizaciones acerca de grandes conjuntos de casos requieren la selección de una muestra. ¿Cuántos ejemplos son necesarios? Depende de su representatividad y del tamaño del conjunto acerca del cual se hace la generalización. Usualmente los conjuntos grandes requieren más ejemplos. Cuando elabore su propio argumento, no confíe sólo en el primer ejemplo que le venga a la cabeza. Los tipos de ejemplos en los que usted, probablemente, piensa de inmediato, es probable que estén sesgados. Una vez más haga lecturas, piense cuidadosamente en las muestras apropiadas y sea honesto buscando contraejemplos.

LA INFORMACIÓN DE TRASFONDO

A menudo se necesita previamente una información de trasfondo para poder evaluar un conjunto de ejemplos. Para juzgar una enumeración de ejemplos, a menudo tenemos que examinar las proporciones subyacentes. Cuando un argumento ofrece proporciones o porcentajes, la información de trasfondo relevante debe incluir normalmente el número de ejemplos.

LOS CONTRAEJEMPLOS

Si se le ocurren contraejemplos de una generalización que desea defender, revise su generalización. A veces puede querer cuestionar el supuesto contraejemplo, o bien, otra respuesta es refutar que el contraejemplo es, en realidad, conforme a la generalización, o puede reinterpretar el contraejemplo como otro ejemplo más. Trate de pensar en contraejemplos cuando evalúe los argumentos de cualquier otra persona. Pregunte si las conclusiones de esa persona tienen que ser revisadas y limitadas, o si tienen que ser retiradas por completo, o si el supuesto ejemplo puede ser reinterpretado como un ejemplo más. Tiene que aplicar la misma regla tanto a los argumentos de cualquier otra persona como a los propios, la única diferencia es que usted tiene la posibilidad de corregir por sí mismo su generalización excesiva.

ARGUMENTOS POR ANALOGÍA

Los argumentos por analogía, en vez de multiplicar los ejemplos para apoyar una generalización, discurren de un caso o ejemplo específico a otro ejemplo, argumentando que, debido a que los dos ejemplos son semejantes en muchos aspectos, son también semejantes en otro aspecto más específico. Cuando un argumento acentúe las semejanzas entre dos casos, es muy probable que sea un argumento por analogía.

¿Cómo evaluar los argumentos por analogía? La primera premisa de un argumento por analogía formula una afirmación del ejemplo usado como una analogía. La segunda premisa afirma que el ejemplo de la primera premisa es similar al ejemplo acerca del cual el argumento extrae una conclusión. Las analogías no requieren que el ejemplo usado como una analogía sea absolutamente igual al ejemplo de la conclusión, éstas requieren sólo similitudes relevantes.

ARGUMENTOS DE AUTORIDAD

A menudo tenemos que confiar en otros para informarnos y para que nos digan lo que no podemos saber por nosotros mismos. Si no podemos juzgar, a partir de la propia experiencia, entonces recurrimos a los argumentos de autoridad. Los criterios de un buen argumento de autoridad deben considerar lo siguiente: Las fuentes deben ser citadas, estar bien informadas y ser imparciales; se debe comprobar el origen de las fuentes, y rechazar aquellas que aluden a los ataques personales y no a lo que dicen.

ARGUMENTOS ACERCA DE LAS CAUSAS

A veces tratamos de explicar por qué sucede alguna cosa argumentando acerca de sus causas. Usted debe preguntarse: ¿Explica el argumento cómo la causa conduce al efecto? ¿Propone la conclusión la causa más probable? Los hechos correlacionados no están necesariamente relacionados, y los hechos correlacionados pueden tener una causa común: cualquiera de los hechos correlacionados puede causar el otro, y además las causas pueden ser complejas.

ARGUMENTOS DEDUCTIVOS

Los argumentos deductivos correctamente formulados, son aquellos en los cuales la verdad de sus premisas garantiza la verdad de sus conclusiones. Entre ellos se encuentran los conocidos modus ponens, modus tollens, el silogismo hipotético, el silogismo deductivo, el dilema y el reductio ad absurdum.

LA INVESTIGACIÓN HISTÓRICA

LA INVESTIGACIÓN HISTÓRICA

Síntesis de "Estrategia de la investigación histórica"

en Manual de técnica de la investigación educacional

de Deobold B. Van Dalen y William J. Meyer.

En el esfuerzo de conocer el pasado, los fines de los historiadores y los alcances de su labor se han ido transformando a través del tiempo. Los primeros escritores buscaban más los objetivos literarios que los científicos, transmitieron leyendas, relatos épicos, hasta que los griegos consideraron en la historia la posibilidad de buscar la verdad, atribuyéndole un carácter más científico.

Los historiadores actuales tratan de recrear las experiencias pasadas de la humanidad procurando no tergiversar los hechos y condiciones reales de la época. Reúnen, examinan, seleccionan, verifican y clasifican los hechos de acuerdo a normas específicas, y se esfuerzan por interpretarlos de manera adecuada y presentarlos en exposiciones capaces de resistir la prueba del examen crítico. La investigación histórica moderna representa una búsqueda crítica de la verdad. El método histórico de investigación puede aplicarse no sólo a la disciplina que generalmente se denomina historia, sino también se puede emplear para garantizar el significado y confiabilidad de los hechos pasados en las ciencias de la naturaleza, el derecho, la medicina, la religión o cualquier otra disciplina, puesto que cuando se aborda un estudio histórico, el investigador se entrega a algunas actividades que son comunes a todos los trabajos de investigación. Por lo general se consideran como etapas la enunciación del problema, la recolección del material informativo, la crítica de los datos acumulados, la formulación de hipótesis para explicar los diversos hechos o condiciones y la interpretación de los descubrimientos y redacción del informe.

Enunciado del problema: La indagación histórica comienza cuando se pretende entender algún hecho, desarrollo o experiencia del pasado, de tal modo que el investigador debe considerar la naturaleza y los alcances de la interrogante cuya respuesta desea hallar. Después de tener una noción general –inclusive confusa o vaga-, intenta aislar cada uno de los elementos fundamentales que suscitan la incertidumbre, para entonces formular un enunciado simple, claro y completo. Antes de continuar verifica si el problema puede resolverse mediante métodos de indagación y las fuentes de datos disponibles.

Recolección del material informativo: Es importante que el investigador obtenga los mejores datos disponibles para resolver el problema, para ello al inicio del estudio se exploran los vastos y variados testimonios de la actividad humana que proporcionan información acerca de los sucesos pasados y entre ellos selecciona las pruebas que se relacionan con su problema. Aunque se inicie buscando fuentes secundarias, su objetivo final será el de localizar las fuentes de carácter primario. En consecuencia debe ser capaz de distinguir entre ambos tipos de materiales y familiarizarse con los procedimientos mediante los cuales es posible hallarlos.

Fuentes primarias y secundarias: Como el historiador no puede observar por sí mismo los sucesos pasados procura obtener de las fuentes primarias las mejores pruebas disponibles: el testimonio de testigos oculares de los hechos pasados o el de personas que hayan oído hablar acerca de ellos, y los objetos reales que se usaron en el pasado y que se pueden examinar de manera directa (con estas valiosas fuentes es posible llegar a una comprensión del pasado de acuerdo a los pensamientos y actividades de los hombres). Las fuentes primarias son los materiales básicos de la investigación histórica, pero a veces el historiador se ve obligado a recurrir a las fuentes secundarias, es decir que debe servirse de la información que proporcionan las personas que no observaron directamente el suceso, objeto o condición. Estos datos aparecen en las enciclopedias, diarios, publicaciones periódicas y otros materiales de consulta. Algunas informaciones incluidas en las fuentes secundarias se basan en elementos de procedencia bastante remota. Cuanto mayor sea el número de interpretaciones que se interpongan entre el suceso pasado y el lector, menos confiable es su prueba, porque durante el proceso de la transmisión, los hechos pueden sufrir sucesivas modificaciones y distorsiones. No siempre es posible clasificar las fuentes de manera rigurosa, porque en el mismo informe pueden aparecer informaciones de primera y segunda mano.El historiador responsable tratará de obtener la información del testigo que se halle más cercano a las condiciones o sucesos pasados, sin satisfacerse con el relato de un periódico o una traducción. Debe atribuirle gran valor a las fuentes primarias, ya que las secundarias deben inspirarle cierta desconfianza, aunque le sean útiles: puede valerse de ellas para obtener una visión global del campo del que forma parte su problema, acumular antecedentes para su estudio y forjarse una idea general en el que deberá desarrollarse su trabajo.

Archivos y restos: Las fuentes que usa el historiador son, en su mayoría, archivos preservados con la intención de transmitir información. Hay diversos tipos de archivos de ideas, condiciones y sucesos pasados, que se presentan de forma escrita, pictórica y mecánica, como los archivos oficiales (documentos legislativos, judiciales o ejecutivos, elaborados por los gobiernos federales, estaduales o locales, tales como constituciones, leyes, cédulas, actas y decisiones jurídicas; listas impositivas y estadísticas vitales; datos conservados por las iglesias como actas de bautismos, casamientos, reuniones parroquiales y registros financieros; información recopilada por los departamentos federales y estaduales de educación, comisiones especiales, organizaciones profesionales, consejos escolares o autoridades administrativas tales como minutas de las reuniones, informes de comisiones, órdenes o directivas administrativas, estudios de escuelas, informes anuales, presupuestos, cursos , horarios de clase, listas de sueldos, registros de asistencia, archivos médicos, informe de accidentes y registros atléticos), archivos personales (diarios, autobiografías, cartas, testamentos, legados, escrituras, contratos, notas para conferencias y borradores originales de discursos, artículos y libros), tradiciones orales (mitos, leyendas populares, cuentos de familia, danzas, juegos, ceremonias, relatos de sucesos formulados por testigos oculares y grabaciones), archivos pictóricos (fotografías, películas, microfilmes, dibujos, pinturas y esculturas), material de publicaciones (artículos de diarios, folletos y publicaciones periódicas; trabajos literarios y filosóficos) y archivos mecánicos (grabaciones de entrevistas y reuniones, discos fonográficos).A veces el historiador no necesita recurrir a los archivos e informes o de confiar en las palabras de terceros, porque puede servirse de objetos procedentes del pasado. Estos restos o vestigios del pasado que se conservan sin que exista la intención específica de transmitir hechos o informaciones constituyen un testimonio inconsciente de los sucesos de la vida de los pueblos: restos físicos (edificios, instalaciones, muebles, enseres, vestimentas, utensilios, joyas y restos de esqueletos), material impreso (libros, formularios de archivos, contratos, formularios de asistencia, boletines de calificaciones y avisos de diarios), y material manuscrito (manuscritos, dibujos y ejercicios de alumnos).Puesto que el investigador puede examinar directamente los vestigios y restos, este tipo de fuentes resultan más confiables que los archivos. No es posible clasificar las fuentes de manera rigurosa, puesto que un determinado elemento puede ser considerado tanto un archivo como un vestigio; ello depende de la finalidad con que se lo emplee y de la intención de quien produjo el documento o el vestigio.

Localización de las fuentes: Los ficheros y catálogos, los índices de publicaciones periódicas, las bibliografías, las reseñas históricas, las disertaciones y las publicaciones que incluyen informes sobre trabajos de investigación, proporcionan valiosos indicios en la búsqueda preliminar de datos históricos. Por lo general la investigación suele extenderse más allá de la biblioteca local, hacia otras instituciones y personas especializadas que posean documentos comerciales, oficiales o privados relacionados con el problema que se desea estudiar.

Crítica de las fuentes: El historiador no presupone que un resto es genuino o que un archivo expone con fidelidad los sucesos pasados. Por el contrario, examina cuidadosamente cada uno de los elementos de que dispone y procura determinar qué grado de confiabilidad posee. Una parte esencial de su trabajo consiste en verificar si un documento contiene errores involuntarios o es un fraude deliberado. Cualquier investigador que no adopte estas precauciones comete un grave error, porque cuando la investigación se basa en fuentes poco confiables es trabajo perdido. El historiador debe someter sus fuentes a una rigurosa crítica externa e interna, a fin de proporcionar a la humanidad un relato verídico de los sucesos pasados.

Crítica externa: Mediante la crítica externa se verifica la autenticidad y la validez de un documento o vestigio, es decir que comprueba si es lo que parece o dice ser, a fin de determinar si puede considerárselo como prueba. Para descubrir los orígenes de una fuente material se pregunta lo siguiente: cuándo o por qué fue elaborado el documento, quién fue el autor o creador, si escribió el material el autor a quien se le atribuye, si es ése el original o bien es una copia exacta del trabajo del autor (y en su caso si es posible restaurar el texto original del documento. Preguntándose infinidad de cuestionamientos se debe de determinar cuándo, dónde y por qué fue producido un documento o vestigio y verificar quién fue su autor. La determinación de la autoría es una prueba que el historiador de be realizar con frecuencia, puesto que algunos documentos no incluyen el nombre del autor, ocultan su identidad con un seudónimo, o bien mencionan como autor a alguien que no tuvo en el trabajo ninguna participación significativa. Para determinar la autoría es necesario un trabajo riguroso de investigación para rastrear documentos anónimos y sin fecha, descubrir falsificaciones o plagios, hallar elementos identificados de manera incorrecta o devolver a un documento su forma original. Durante la búsqueda de indicios se deben examinar atentamente los materiales de que se dispone y preguntarse si son tópicos de otros trabajos del autor y del período en que fue escrito el documento, el lenguaje, el estilo, la ortografía, el manuscrito y la impresión de este último; si el autor manifiesta una ignorancia impropia de un hombre con su formación cultural, si escribió sobre sucesos, cosas o lugares que un hombre de su época no podía conocer, si alguien alteró el manuscrito con o sin intención al copiarlo de manera incorrecta, o bien agregando o eliminando pasajes; si se trata de un original o una copia del trabajo del autor; si el manuscrito no tiene fecha o se desconoce al autor, si hay algún indicio interno en el documento que revele su origen.Al examinar un documento o vestigio para determinar su autenticidad, es necesario poseer un nutrido bagaje de conocimientos históricos y de carácter general. También se debe tener un buen sentido de la cronología, una mente dúctil, sentido común, capacidad para comprender el comportamiento humano y gran paciencia y perseverancia. Para resolver ciertos problemas se debe contar con ciertas nociones de filología, química, antropología, arqueología, cartografía, numismática, arte, literatura y paleografía, además de conocer diversos idiomas modernos y antiguos. Claro que el historiador no puede poseer una formación ilimitada, pero sí una preparación especializada en las disciplinas auxiliares que guardan relación estrecha con el problema de estudio. Si no está capacitado para afrontar ciertos aspectos de la crítica textual, deberá buscar ayuda de expertos competentes en ese campo.

Crítica interna: Después de realizar la crítica externa de una fuente, es momento de proceder a la crítica interna. La primera se refiera a la determinación de la época, lugar y autoría del documento, y procura restaurar la forma original y el lenguaje empleado por el autor. La crítica interna consiste en determinar el significado y confiabilidad de los datos que contiene el documento. Para verificar el contenido de una fuente, el historiador se pregunta qué quiso significar el autor con cada palabra y cada expresión, y si son dignos de fe sus asertos. La finalidad de la crítica interna consiste en determinar las condiciones en que se produjo el documento, la validez de las premisas intelectuales sobre las que se basó el autor y la interpretación correcta de los datos.La tarea de determinar con exactitud el significado de una expresión, término técnico o palabra arcaica es sumamente compleja y requiere considerables conocimientos de historia, leyes, costumbres e idiomas. Es más fácil leer un documento “con los ojos del autor”, si se está familiarizado con el ambiente geográfico, social, religioso y económico en que aquél vivió. Si un investigador conoce el motivo que indujo al autor a redactar un informe, se halla en condiciones de interpretar con más exactitud el significado de este último. Cuando dispone de tales informaciones, el investigador puede determinar si el autor escribe seriamente, con humor, con ironía, o de manera simbólica. También le será posible decidir si el autor expresa sus verdaderos sentimientos o emplea frases piadosas, gentiles o convencionales, para agradar al público. Siempre que se realiza la traducción de un documento histórico o la realiza +él mismo, debe cerciorarse de que aquélla tenga el mismo significado que el original.El historiador debe mantener su escepticismo con respecto al contenido de una fuente hasta que pueda cerciorarse de que el autor se hallaba en condiciones de expresar la verdad y deseaba hacerlo. Para realizar esta indagación, se pregunta si otras autoridades en la materia consideran al autor como un observador competente y confiable; si contaba con los medios, la preparación técnica y las condiciones necesarias para observar los hechos acerca de los cuales pretende informar; si es posible que factores tales como las tensiones emocionales, la edad o el estado de salud ocasionaran errores en sus observaciones o inexactitudes en su informe; si se basan sus informaciones en la observación directa, en relatos ajenos o en otras fuentes; si redactó el documento en el momento en que realizó la observación o lo hizo semanas o años más tarde; si lo redactó sobre la base de notas tomadas cuando efectuó sus observaciones o apeló a su memoria; si tenía prejuicios con respecto a algún país, región, raza, religión, persona, partido político, grupo social o económico, organismo profesional, período histórico, método de enseñanza o filosofía educacional, que pudieran ejercer influencia sobre su trabajo; si financió alguien su labor de investigación, con la esperanza de obtener un informe favorable a una causa determinada; si el autor trabajó en condiciones económicas, políticas, sociales o religiosas que pudieran hacerle ignorar, interpretar incorrectamente o tergiversar ciertos hechos; si fue su trabajo motivado por la malicia, la vanidad o el deseo de justificar sus actos; si su objetivo consistió en lograr la aprobación de las generaciones venideras o en agradar u hostilizar a algún grupo; si distorsionó o embelleció los hechos para obtener mejores efectos literarios; si existen contradicciones en su trabajo, y; si coinciden con su informe los escritos de otros observadores idóneos de distintos antecedentes.

Principios generales de la crítica: En muchos casos los investigadores emiten juicios personales, al evaluar los documentos y rastros. Son de considerarse algunas sugerencias de Woody como guía general: Es necesario no tratar de hallar en los documentos antiguos conceptos que corresponden a tiempos posteriores; no se debe suponer que el hecho de que un autor no mencione ciertos sucesos implica que no los conoce (el argumento del silentio), o que no han ocurrido; subestimar una fuente es tan erróneo como atribuirle un valor del que carece, y no es mejor situar un suceso en una época anterior a aquélla en que efectivamente se produjo, que ubicarlo en un momento posterior a aquél en que ocurrió; una sola fuente verídica puede servir para confirmar la existencia de una idea pero, para poder probar la realidad de los sucesos o hechos objetivos, se requieren otros testigos directos, idóneos e independientes; la presencia de errores idénticos prueba que las fuentes dependen una de otra, o que derivan de una fuente común; si los testigos se contradicen en un punto, uno u otro pueden estar en lo cierto, pero también es posible que ambos se equivoquen; las declaraciones de los testigos directos, idóneos e independientes, que informan acerca del mismo hecho fundamental y también sobre algunos incidentes colaterales, pueden aceptarse en aquellos puntos en los que concuerdan; el testimonio oficial, oral o escrito, debe compararse, siempre que sea posible, con el que procede de las fuentes extraoficiales, porque ni uno ni otro son suficientes por sí mismos; un documento puede proporcionar pruebas confiables sobre ciertos puntos y, sin embargo, carecer de valor con respecto a otros.

Formulación de hipótesis: Los historiadores no reúnen documentos y restos de manera azarosa para someterlos luego a una intensa crítica y presentar al público una masa de hechos (nombres, sucesos, lugares y fechas) como si fueran las cuentas de un collar. Las informaciones parciales que no guardan entre sí relación alguna, no permiten lograr un significativo avance del conocimiento. Aunque los estudiosos agrupen los hechos y luego organicen las diferentes categorías en un orden lógico, no podrán sino ofrecer una narración inconexa en la que los diversos sucesos quedarán sin explicación. Los hechos aislados carecen de significado, y en consecuencia los investigadores no pueden limitarse a describirlos y clasificarlos según sus características superficiales. Para elaborar trabajos valiosos proponen distintas hipótesis que expliquen los sucesos y condiciones. Buscan conexiones ocultas, pautas fundamentales o los principios generales y, de esa manera, procuran explicar o describir las interrelaciones estructurales que existen entre los fenómenos. Después de formular las hipótesis, buscan las pruebas que las confirmen o las refute.

Informe sobre los descubrimientos: Una vez que han completado los descubrimientos, los historiadores redactan los informes en los que exponen el desarrollo de sus trabajos de manera organizada. La exposición incluye el enunciado del problema, una reseña de la literatura utilizada, los supuestos básicos de la hipótesis, la formulación de ésta, los métodos que se emplean para ponerla a prueba, los resultados que se obtienen, las conclusiones que se obtienen, las conclusiones a que se llega y la bibliografía. La hipótesis ayuda al historiador a determinar cuáles son los aspectos importantes para el estudio y proporciona una estructura que permite exponer las conclusiones de manera significativa. Dentro del marco de la hipótesis, el historiador organizará su material según un orden sistemático que puede ser cronológico, geográfico, temático, o bien una combinación de ellos. También deberá decidir qué grado de importancia otorgará a las diversas pruebas y qué espacio les concederá en su informe. Si se expusiera la totalidad de los hechos, se ofrecerá una imagen distorsionada del pasado. Para determinar cuáles son los datos más significativos y cuántos de ellos deben incluirse en la exposición final, es necesario efectuar una reevaluación de la hipótesis y de todo el estudio. La organización de los datos debe ser coherente, organizada y amena, para que aparte de lograr precisión también despierte el interés en el lector, mediante un elevado nivel de calidad literaria, evitando embellecer las narraciones con digresiones dramáticas que distorsionen la verdad. Desarrollando las habilidades creativas y críticas, el historiador puede aprender a redactar narraciones lúcidas, lógicas y llenas de vida, sin violar la rigurosidad del trabajo.

Evaluación de la investigación histórica: En el entendido de que el historiador sólo puede ofrecer una imagen fragmentaria del pasado, y de que el conocimiento histórico es parcial sobre la base de conjeturas, se puede determinar en qué medida la historia representa con exactitud la realidad pasada. La investigación histórica tiene carácter científico, dentro de ciertos límites: las conclusiones a las que llega un historiador pueden ser verificadas por otros estudiosos puede formular hipótesis, reúne y analiza pruebas importantes para cerciorarse de que su hipótesis proporciona una explicación más satisfactoria que la ofrecida por las teorías opuestas; se sabe que cada suceso depende de sus causas, de sus condiciones para que aquél se produzca; el historiador trata e seleccionar las condiciones que probablemente precipitaron un suceso procura comprobar si una o más de ella pueden haberlo originado. El historiador nunca tendrá la seguridad de haber tomado en cuenta todos los factores pertinentes, puesto que los hechos históricos tienen un complejo esquema de interacción de los fenómenos, porque no obedecen a una única causa. La investigación histórica no puede probar sus hipótesis mediante la experimentación o la observación controlada, no puede recrear personalidades ni condiciones que ya no existen con el propósito de examinarlas y estudiarlas controlando todos los factores importantes; los historiadores limitan sus exámenes a los datos de que disponen e intentan obtener una mejor comprensión de ellos mediante comparaciones históricas y construcciones hipotéticas, comparan y contrastan un suceso con otros similares para identificar semejanzas y diferencias: la autenticidad y confiabilidad de las fuentes históricas dependen de el sometimiento riguroso a la crítica externa y a la interna de las fuentes, y del grado de información obtenida respecto del pasado y el presente para la reconstrucción de los sucesos. A través de una amplia comprensión del pasado y del presente es posible que el investigador no distorsione o interprete erróneamente las pruebas importantes, y es más probable que elabore un relato acorde a los sucesos del pasado. El historiador no busca formular generalizaciones como en las ciencias naturales, sino identificar los factores singulares asociados con un determinado fenómeno y gracias a los cuales éste se diferencia de otros sucesos, con la posibilidad de proporcionar un conocimiento para elegir cursos de acción alternativos en los quehaceres humanos, mostrar indicios de comportamientos que anticipen ciertos acontecimientos de acuerdo al proceder análogo entre el hombre del pasado y el hombre del presente.

Consulta también los post de investigación documental, descriptiva y experimental.

LA INVESTIGACIÓN EXPERIMENTAL

LA INVESTIGACIÓN EXPERIMENTAL

Síntesis de "Estrategia de la investigación experimental"

en Manual de técnica de la investigación educacional

de Debold B. Van Dalen y William J. Meyer.

 

La investigación experimental consiste en la manipulación de una variable experimental no comprobada, en condiciones rigurosamente controladas, con el fin de describir de qué modo o por qué causa se produce una situación o acontecimiento en particular.

Se trata de un experimento porque precisamente el investigador provoca una situación para introducir determinadas variables de estudio manipuladas por él, para controlar el aumento o disminución de esa variable, y su efecto en las conductas observadas. El investigador maneja deliberadamente la variable experimental y luego observa lo que sucede en situaciones controladas.

La investigación experimental sigue las siguientes etapas:

  1. Delimitar y definir el objeto de la investigación o problema. Consiste en determinar claramente los objetivos del experimento y las preguntas que haya que responder. Después se señalan las variables independientes, las dependientes, los parámetros constantes y la precisión necesaria en la medición de las variables. Se toma en cuenta la bibliografía existente, la región en que interesan los resultados, el equipo disponible y su precisión, y el tiempo y dinero disponibles.
  2. Plantear una hipótesis de trabajo. Para hacerlo se debe tener la certeza de qué tipo de trabajo se va a realizar: si se trata de verificar una hipótesis, una ley o un modelo, no hace falta plantear una hipótesis de trabajo; si el trabajo es complemento o extensión de otro, es posible que se pueda usar la hipótesis del trabajo original o hacer alguna pequeña modificación; si el problema por investigar es nuevo, entonces sí es necesario plantear una hipótesis de trabajo. Toda investigación comienza con una suposición, un presentimiento o idea de cómo puede ocurrir el fenómeno. Estas ideas deben estar suficientemente claras para adelantar un resultado tentativo de cómo puede ocurrir dicho fenómeno: éste resultado tentativo es la hipótesis.
  3. Elaborar el diseño experimental. Ya conocida la naturaleza del problema (si es de investigación, ampliación o confirmación), la precisión deseada, el equipo adecuado y planteada la hipótesis de trabajo, se debe analizar si la respuesta a nuestro problema va a ser la interpretación de una gráfica, un valor o una relación empírica; esto nos señalará el procedimiento experimental, es decir cómo medir, en qué orden, y qué precauciones tomar al hacerlo. Una vez determinadas estas etapas se procede a diseñar el experimento mediante los siguientes pasos: Determinar todos y cada uno de los componentes del equipo, acoplar los componentes, realizar un experimento de prueba e interpretar tentativamente los resultados y comprobar la precisión, modificando, si es necesario, el procedimiento y/o equipo utilizado.
  4. Realizar el experimento. Una vez realizado el experimento de prueba y la interpretación tentativa de resultados, realizar el experimento final casi se reduce a llenar columnas, preparadas de antemano, con lecturas de las mediciones, a detectar cualquier anomalía que se presente durante el desarrollo del experimento y a trazar las gráficas pertinentes o calcular el o los valores que darán respuesta al problema.
  5. Analizar los resultados. El análisis o interpretación de resultados, ya sean valores, gráficas, tabulaciones, etc., debe contestar lo más claramente posible la o las preguntas planteadas por el problema. En términos generales el análisis comprende los siguientes aspectos: 1) Si el experimento busca confirmar una hipótesis, ley o modelo, los resultados deben poner de manifiesto si hay acuerdo o no entre teoría (la hipótesis, ley o modelo) y los resultados del experimento. Puede suceder que el acuerdo sea parcial; de ser así también se debe presentar en qué partes lo hay, y en cuáles no; 2) Si es un experimento que discrimine entre dos modelos, los resultados deben permitir hacer la discriminación en forma tajante y proporcionar los motivos para aceptar uno y rechazar otro; 3) Si lo que se busca es una relación empírica, ésta debe encontrarse al menos en forma gráfica; lo ideal es encontrar una expresión analítica para la gráfica, es decir encontrar la ecuación. A esta ecuación se le llama empírica porque se obtuvo a través de un experimento y como expresión analítica de una gráfica. Se debe tomar en cuenta que en una gráfica cada punto experimental tiene un margen de error y que en caso de duda —cuando la curva no esté bien determinada—, debe hacerse un mejor ajuste por medio de mínimos cuadrados. Se debe hacer notar que la curva más simple de analizar es la recta y que si no la obtuvimos al graficar nuestros puntos, debemos intentar obtenerla, ya sea cambiando variables o graficando en papel semilogarítmico o log-log.
  6. Obtener conclusiones. Ya logrados los resultados del experimento el investigador debe aplicar su criterio científico para aceptar o rechazar una hipótesis o una ley; también es posible que haga alguna conjetura acerca de un modelo, o proponga la creación de otro nuevo, lo que conduciría a un nuevo problema. Generalmente se aplican los siguientes criterios: 1) Rechaza una hipótesis, ley o modelo, cuando comprueba experimentalmente que no se cumple. Basta que exista un solo fenómeno que no pueda explicar para desecharla; 2) Acepta como cierta —pero no como absolutamente cierta— una hipótesis, ley, teoría o modelo, mientras no se tenga la prueba de falla en la explicación de algún fenómeno; 3) Puede suceder que la hipótesis o modelo concuerden sólo parcialmente con el experimento, entonces es necesario especular acerca de las posibles razones de la diferencia entre la teoría y el experimento, y tratar de hacer nuevas hipótesis o modificaciones a la ya existente, lo que conduce a un nuevo problema. En las conclusiones se responden con claridad las preguntas planteadas en el experimento, comprobar si es o no válida nuestra hipótesis de trabajo o el modelo propuesto. Si hay preguntas sin respuesta, establecer el porqué o si amerita, conjeturar acerca de la hipótesis o modelo que describa el fenómeno estudiado.
  7. Elaborar un informe por escrito. Sus partes serán: 1) la definición del problema; 2) el procedimiento experimental; 3) resultados; 4) conclusiones. La elaboración del escrito bajo las convenciones de un informe de investigación.

Experimento controlado se refiere a seleccionar dos muestras aleatorias: una sujeta a una variable especial y otra no sujeta a la esa misma variable. Se comparan las características finales de ambas y entonces se determina el efecto del experimento. Si se presenta una diferencia significativa entre ellas, se analiza la hipótesis y se vuelve a realizar el experimento. La dificultad radica en lograr uniformidad de características en la muestra experimental, y la de control exige precisión en el cálculo de las características.

Diseños experimentales:

Preexperimentales:

Estudio de caso con una sola medición.

Diseño pretest-postest de un solo grupo.

Comparaciones con un grupo estático.

Experimentales:

Diseño de grupo de control pretest-postest.

Diseño de cuatro grupos de Solomon.

Diseño de grupo postest.

Diseños factoriales.

Cuasiexperimentales:

Experimento de series cronológicas.

Diseño de muestras cronológicas equivalentes.

Diseño de materiales equivalentes.

Diseño de grupo de control no equivalente.

Diseños compensados. (Aleatorizados, con tratamientos independientes).

Diseños de muestra separada pretest-postest.

Diseño de muestra separada pretest-postest, con grupo control.

Diseño de series cronológicas múltiples.

Diseño de ciclo institucional secuente.

Análisis de discontinuidad en la regresión.

 

Consulta también los post de investigación descriptiva , histórica y documental.

LA INVESTIGACIÓN DESCRIPTIVA

LA INVESTIGACIÓN DESCRIPTIVA

 

Síntesis de "Estrategia de la investigación descriptiva"

en Manual de técnica de la investigación educacional

de Deobold B. Van Dalen y William J. Meyer.

Objetivo:

El objetivo de la investigación descriptiva consiste en llegar a conocer las situaciones, costumbres y actitudes predominantes a través de la descripción exacta de las actividades, objetos, procesos y personas. Su meta no se limita a la recolección de datos, sino a la predicción e identificación de las relaciones que existen entre dos o más variables. Los investigadores no son meros tabuladores, sino que recogen los datos sobre la base de una hipótesis o teoría, exponen y resumen la información de manera cuidadosa y luego analizan minuciosamente los resultados, a fin de extraer generalizaciones significativas que contribuyan al conocimiento.

 

Etapas:

  1. Examinan las características del problema escogido.
  2. Lo definen y formulan sus hipótesis.
  3. Enuncian los supuestos en que se basan las hipótesis y los procesos adoptados.
  4. Eligen los temas y las fuentes apropiados.
  5. Seleccionan o elaboran técnicas para la recolección de datos.
  6. Establecen, a fin de clasificar los datos, categorías precisas, que se adecuen al propósito del estudio y permitan poner de manifiesto las semejanzas, diferencias y relaciones significativas.
  7. Verifican la validez de las técnicas empleadas para la recolección de datos.
  8. Realizan observaciones objetivas y exactas.
  9. Describen, analizan e interpretan los datos obtenidos, en términos claros y precisos.

 


Recolección de datos:

En el informe de la investigación se señalan los datos obtenidos y la naturaleza exacta de la población de donde fueron extraídos. La población —a veces llamada universo o agregado— constituye siempre una totalidad. Las unidades que la integran pueden ser individuos, hechos o elementos de otra índole. Una vez identificada la población con la que se trabajará, entonces se decide si se recogerán datos de la población total o de una muestra representativa de ella. El método elegido dependerá de la naturaleza del problema y de la finalidad para la que se desee utilizar los datos.

Población total:

Muchas veces no es difícil obtener información acerca de todas las unidades que componen una población reducida, pero los resultados no pueden aplicarse a ningún otro grupo que no sea el estudiado.

Muestra de la población:

Cuando se trata de una población excesivamente amplia se recoge la información a partir de unas pocas unidades cuidadosamente seleccionadas, ya que si se aborda cada grupo, los datos perderían vigencia antes de concluir el estudio. Si los elementos de la muestra representan las características de la población, las generalizaciones basadas en los datos obtenidos pueden aplicarse a todo el grupo.

Expresión de datos:

Los datos descriptivos se expresan en términos cualitativos y cuantitativos. Se puede utilizar uno de ellos o ambos a la vez.

Cualitativos (mediante símbolos verbales): Se usan en estudios cuyo objetivo es examinar la naturaleza general de los fenómenos. Los estudios cualitativos proporcionan una gran cantidad de información valiosa, pero poseen un limitado grado de precisión, porque emplean términos cuyo significado varía para las diferentes personas, épocas y contextos. Los estudios cualitativos contribuyen a identificar los factores importantes que deben ser medidos. (Visión cientificista).

Cuantitativos (por medio de símbolos matemáticos): Los símbolos numéricos que se utilizan para la exposición de los datos provienen de un cálculo o medición. Se pueden medir las diferentes unidades, elementos o categorías identificables.

 

Tipos de investigación descriptiva: Tomando en cuenta que las siguientes categorías no son rígidas, muchos estudios pueden encuadrarse sólo en alguna de estas áreas, y otros corresponden a más de una de ellas.

 

1. Estudios tipo encuesta.

Se llevan a cabo cuando se desea encontrar la solución de los problemas que surgen en organizaciones educacionales, gubernamentales, industriales o políticas. Se efectúan minuciosas descripciones de los fenómenos a estudiar, a fin de justificar las disposiciones y prácticas vigentes o elaborar planes más inteligentes que permitan mejorarlas. Su objetivo no es sólo determinar el estado de los fenómenos o problemas analizados, sino también en comparar la situación existente con las pautas aceptadas. El alcance de estos estudios varía considerablemente; pueden circunscribirse a una nación, región, Estado, sistema escolar de una ciudad o alguna otra unidad. Los datos pueden extraerse a partir de toda la población o de una muestra cuidadosamente seleccionada. La información recogida puede referirse a un gran número de factores relacionados con el fenómeno o sólo a unos pocos aspectos recogidos. Su alcance y profundidad dependen de la naturaleza del problema.

 

2. Estudios de interrelaciones.

Si el objeto es identificar las relaciones que existen entre los hechos para lograr una verdadera comprensión del fenómeno a estudiar, los estudios de esta índole son los estudios de casos, estudios causales comparativos y estudios de correlación.

Estudio de casos:

el educador realiza una investigación intensiva de una unidad social o comunidad. Para ello recoge información acerca de la situación existente en el momento en que realiza su tarea, las experiencias y condiciones pasadas y las variables ambientales que ayudan a determinar las características específicas y conducta de la unidad. Después de analizar las secuencias e interrelaciones de esos factores, elabora un cuadro amplio e integrado de la unidad social, tal como ella funciona en la realidad. El interés en los individuos no es considerándolo como personalidad única, sino como tipos representativos. Se reúnen los datos a partir de una muestra de sujetos cuidadosamente seleccionados y se procuran extraer generalizaciones válidas sobre la población que representa la muestra. El objetivo de los estudios de casos consiste en realizar una indagación a profundidad dentro de un marco de referencia social; las dimensiones o aspectos de dicho marco dependen de la naturaleza del caso estudiado. Un estudio de casos debe incluir una considerable cantidad de información acerca de las personas, grupos y hechos con los cuales el individuo entra en contacto y la naturaleza de sus relaciones con aquéllos. Los seres humanos desarrollan una constante interacción con diversos factores ambientales, por eso es imposible comprender su conducta sin examinar tales relaciones. Los datos deben provenir de muchas fuentes. Se puede interrogar a los sujetos mediante entrevistas o cuestionarios y pedirles que evoquen experiencias pasadas o sus deseos y expectativas presentes. Se estudian documentos personales como diarios y cartas, efectuando distintas mediciones físicas, psicológicas o sociológicas. Se puede interrogar a padres, hermanos y amigos de los sujetos, analizar archivos de los tribunales, escuelas, hospitales, empresas o instituciones sociales. Los estudios de casos son similares a las encuestas, pero en ellos hay un estudio intensivo de una cantidad limitada de casos representativos, en lugar de reunir datos de pocos aspectos de un gran número de unidades sociales. Tiene un alcance más limitado pero es más exhaustivo que el de encuestas, y le da más importancia a los factores cualitativos.

Estudios causales comparativos:

Si además de pretender descubrir como es un fenómeno se quiere saber de qué manera y por qué ocurre, entonces se comparan semejanzas y diferencias que existen entre fenómenos, para descubrir los factores o condiciones que parecen acompañar o contribuir a la aparición de ciertos hechos y situaciones. Por la complejidad y naturaleza de los fenómenos sociales, es menester estudiar las relaciones de causalidad. Este tipo de estudio se usa en los casos en que los investigadores no pueden manejar una variable independiente y establecer los controles requeridos en los experimentos. En un estudio causal comparativo el investigador analiza la situación vital en la cual los sujetos han experimentado el fenómeno que se quiere investigar. Después de estudiar las semejanzas y diferencias que hay entre dos situaciones, entonces podrá describir los factores que parecen explicar la presencia del fenómeno en una situación y su ausencia en la otra. Esta investigación tiene su origen por el método utilizado pro John Stuart Mill para descubrir las situaciones causales, que establece que “si dos o más instancias del fenómeno investigado tienen sólo una circunstancia en común, en la cual todas las instancias concuerdan, es la causa (o efecto) del fenómeno dado”. Este método proporciona al investigador la doble posibilidad de control sobre sus conclusiones acerca de las relaciones de causalidad. Las dificultades posibles de explicar los fenómenos en este tipo de estudios reside en la imposibilidad de establecer un control más allá de poner a prueba tantas hipótesis alternativas como sea posible; si al estudiar el problema el factor produce un efecto determinado no se incluye entre los puntos considerados, entonces no será posible averiguar la causa (si se desea hallar las posibles causas de los fenómenos y desechar los factores aleatorios se debe poseer suficiente información general acerca de tales fenómenos y elaborar cuidadosamente sus procedimientos de observación); al exigir que sea un solo factor el que determine la aparición o ausencia de un fenómeno, muchas veces en los fenómenos sociales complejos se obedece a múltiples causas; cuando dos variables se hallan relacionadas entre sí es difícil determinar cuál de ellas es la causa y cuál el efecto; al intentar clasificar a los sujetos en grupos dicotómicos a fin de establecer comparaciones entre ellos, los fenómenos sociales sólo presentan similitudes si los incluimos en las más amplias categorías, aunque sabemos que los hechos sociales no se clasifican automáticamente en categorías exclusivas (por lo general la comparación entre dos variables indefinidas proporciona escasa información útil sobre el fenómeno que se pretende explicar); cuando se trata de estudios en los que se comparan situaciones normales, la tarea de seleccionar no requiere los mismos cuidados y precauciones que en el caso de los estudios experimentales, generalmente resulta difícil hallar grupos de elementos que sean similares en todos sus aspectos, excepto en lo que respecta al hecho de hallarse expuestos a una variable distinta (siempre existe el peligro de que los grupos presenten diferencias en relación con otras dimensiones —salud, inteligencia, antecedentes familiares, experiencia anterior— que pueden afectar los resultados del estudio).

Estudios de correlación:

Se utilizan para determinar la medida en que dos variables se correlacionan entre sí, es decir el grado en que las variaciones que sufre un factor se corresponden con las que experimenta el otro. Las variables pueden hallarse estrecha o parcialmente relacionadas entre sí, pero también es posible que no exista entre ellas relación alguna. Puede decirse, en general, que la magnitud de una correlación depende de la medida en que los valores de dos variables aumenten o disminuyan en la misma o en diferente dirección. Si los valores de dos variables aumentan o disminuyen de la misma manera, existe una correlación positiva; si, en cambio, los valores de una variable aumentan en tanto que disminuyen los de la otra, se trata de una correlación negativa; y si los valores de una variable aumentan, los de la otra pueden aumentar o disminuir, entonces hay poca o ninguna correlación. En consecuencia la gama de correlaciones se extiende desde la perfecta correlación negativa hasta la no correlación o la perfecta correlación positiva. Las técnicas de correlación son muy útiles en los estudios de carácter predictivo. Si bien el coeficiente de correlación sólo permite expresar en términos cuantitativos el grado de relación que dos variables guardan entre sí, no significa que tal relación sea de orden causal. Para interpretar el significado de una relación se debe recurrir al análisis lógico, porque la computación estadística no dilucida el problema. Sus riesgos son los mismos que en los estudios causales comparativos.

 

3. Estudios de desarrollo:

Consiste en determinar no sólo las interrelaciones y el estado en que se hallan los fenómenos, sino también en los cambios que se producen en el transcurso del tiempo. En él se describe el desarrollo que experimentan las variables durante un lapso que puede abarcar meses o años. Abarca estudios de crecimiento y de tendencia. Los estudios de crecimiento se refieren a la identificación de los diversos factores interrelacionados que influyen sobre el crecimiento en sus diferentes etapas, saber en qué momento se tornan observables los diversos aspectos y cuándo surgen, permanecen estacionarios, alcanzan su desarrollo óptimo y, finalmente, decaen. Para el estudio del desarrollo humano se usan dos métodos: las técnicas lineales y las de corte transversal. En ambos tipos de investigación, se deben efectuar una serie de observaciones sistemáticas. El objetivo de las técnicas lineales es medir el grado de crecimiento de determinados niños en diferentes edades, por ejemplo; y en los de corte transversal no se medirían los mismos niños a intervalos regulares, sino se efectuaría un registro de medidas de diferentes niños pertenecientes a distintos grupos de edad. Los estudios de corte transversal incluyen generalmente a una mayor cantidad de sujetos, y describen un número menos de factores de crecimiento que los estudios lineales. La técnica de corte transversal se usa con más frecuencia por su bajo costo y porque ocupa menos tiempo; la técnica lineal es el más adecuado para estudiar el desarrollo humano. Ambas técnicas plantean problemas de muestreo: en los de corte transversal es posible que los diferentes sujetos de cada nivel de edad no sean comparables; los lineales obtienen información de un número limitado de sujetos, sin la confiabilidad de muestras más amplias, asimismo la dificultad para el investigador de evaluar y perfeccionar con cierta frecuencia sus técnicas, pues una vez iniciada la investigación no es posible interrumpirla para modificar o mejorar los procedimientos empleados. Para estudios lineales hacen falta apoyos económicos y un equipo de trabajo ininterrumpido durante años. Los estudios de tendencia consisten en obtener datos sobre aspectos sociales, económicos y políticos y en analizarlos posteriormente para identificar las tendencias fundamentales y predecir los hechos que pueden producirse en el futuro. En ellos se combinan a veces técnicas históricas, documentales y las que se usan en las encuestas. Resulta aventurado formular predicciones basadas en los datos de tendencia social, porque las condiciones económicas, los avances tecnológicos, las guerras, las aspiraciones individuales y otros hechos imprevisibles pueden modificar de manera repentina el curso esperado de los acontecimientos. A causa de los innumerables factores impredictibles que pueden ejercer influencia sobre los fenómenos sociales, la duración de los análisis de tendencia afecta en una medida considerable la validez de la predicción; la mayoría de las predicciones de largo alcance constituyen meras estimaciones, en tanto que las que se refieren a lapsos más breves gozan de mayores posibilidades de certeza.

 

Evaluación:

Algunos problemas con que suelen tropieza los investigadores se refieren a examen crítico de los materiales originales, el vocabulario técnico, la formulación de hipótesis, la observación y experimentación, y la generalización y predicción.

 

Consulta también los post de investigación documental , histórica y experimental.

LIBRE ALBEDRÍO O LA PERVERSIÓN DEL SABER

LIBRE ALBEDRÍO O LA PERVERSIÓN DEL SABER

POR: ROCÍO ARENAS CARRILLO

 

El interés más profundo [...] Se interroga por un poder,

un deber y un permitir de la razón humana.

MARTIN HEIDEGGER, Kant y el problema de la Metafísica.

Frente las dimensiones antropológicas en que se inscriben nuestras resistencias ante los nuevos escenarios, M. Mead propone una honda reflexión acerca de la naturaleza de los procesos de cambio, [1] más allá de dedicarnos a rumiar la incomprensión del deterioro en la calidad de la enseñanza, el fracaso escolar, la deserción, la desmoralización creciente de los profesores inculpando al desarrollo tecnológico, a las recesiones económicas y a las políticas neoliberales de semejantes circunstancias, sin hacer conciente el desfasamiento de los procesos de comunicación, “ignorando que en cuanto transmisor de conocimientos la sociedad cuenta hoy con dispositivos de almacenamiento, clasificación, difusión y circulación mucho más versátiles, disponibles e individualizados que la escuela.” [2] Existen múltiples soportes discursivos que han originado transformaciones en los modos de leer, restándole poder al libro y a las instituciones que lo sustentan; sin embargo, en lugar de indagar en ellos, de ingresar es esos ámbitos solemos pensarlos como perversos, incapaces e incapacitantes de la apropiación crítica y creadora, reduciéndolos:

a sus efectos morales y traduciéndolo[s] a un discurso de lamentaciones sobre la manipulación que los medios hacen de la ingenuidad y curiosidad de los niños, sobre la superficialidad, el conformismo y el rechazo al esfuerzo que inoculan en los jóvenes “llenándoles la cabeza de morbo, banalidad y ruido”. [3]

Los modos en que el saber circula nos obligan a replantear el modelo de comunicación que sustenta el modelo pedagógico, aunque se violenten los discursos del saber escolar. Las nuevas tecnologías no deben ser comprendidas como medios, es decir instrumentos para reforzar las prácticas tradicionales de la enseñanza, desautorizándolos, satanizándolos al margen si éstos son utilizados para otros fines siniestros, provocando con esta actitud justamente lo contrario porque, cuando se está fuera de las aulas, promueven actos de libertad, de integración y ejecución de otros códigos que en la mayoría de los casos los profesores desconocen.

En las tradiciones heredadas del pasado y nuestras iniciativas del presente se advierte que la constitución de la conciencia se realiza mediante la imaginación, no sólo individual sino también colectiva, y este imaginario actúa, siguiendo a Paul Ricœur , ya sea bajo la forma de la ideología, ya bajo la forma de la utopía; mas no comprendiéndolas como figuras de la imaginación reproductora y la imaginación productora, siempre en sus modos patológicos, sino en una posición crítica de estas dos figuras de la conciencia falsa, tomándolas en su complementariedad, en sus intercambios mutuos. [4]

Una sociedad simplificante, que tiende siempre a homogeneizar, impide que el hombre sea autónomo, libre, con la conciencia y la capacidad de actuar de acuerdo a sus propias decisiones, sin menoscabo de aquélla que se refiere a condiciones políticas o civiles, sino esa libertad que la tradición ha llamado libre albedrío, libertad de elección o de decisión:

Y libre significa gente capaz de saber leer la publicidad y para qué sirve, y de no dejarse masajear el cerebro, gente que sea capaz de tomar distancia del arte de moda, de los libros de moda, gente que piense con su cabeza y no con las ideas que circulan a su alrededor. [5]

La libertad es un derecho moral, y los educadores tienen la obligación de promover, de plantear, de experimentar en lugar de cerrarse ante la modernidad, a ese exceso de racionalismo que es necesario denunciar para la liberación de los prejuicios, una suerte de conversión para que la conciencia despierta llegue a ser ella misma y, de esta manera, logre su propia comprensión, para que el hombre descubra y genere la dimensión verdadera de sus experiencias, que se descubra a sí mismo como sujeto racional que subyace al mundo, puesto que la razón señala aquello hacia lo cual el hombre en tanto hombre es, en su ser más íntimo, lo único que puede hacerle feliz.

 


[1] Martín-Barbero, Jesús. Oficio del cartógrafo. Travesías latinoamericanas de la comunicación de la cultura. F.C.E., Santiago de Chile, 2002. p. 326.
[2] Íbid. p. 330.
[3] Íbid. p. 331.
[4] Ricœur, Paul. Del texto a la acción. Ensayos de Hermenéutica II. F.C.E., 2ª ed., México, 2002.
[5] Martín-Barbero, Jesús. Op. Cit. p. 344.

INTRODUCCIÓN AL ENSAYO

INTRODUCCIÓN AL ENSAYO

El ensayo es un texto argumentativo de carácter polémico, agresivo, que expone discursivamente una hipótesis personal, una visión particular y subjetiva que, desde un ángulo específico, examina y pone a prueba lo ya establecido, y ofrece la posibilidad de derruir lo que se creía firmemente cimentado y sustituirlo por otra cosa que pueda ser nueva y diferente. No se trata de juzgar al azar, es el producto de la meditación e interpretación de las realidades materiales o espirituales en comunicación con las propias ideas. El juicio es la materia prima, es lo que constituye el aspecto crítico del ensayo. En él, se reflexiona sobre las cosas no con amplitud, sino con profundidad. Puede darse un juicio sobre algo insignificante, buscando la manera de apoyarlo y consolidarlo, puede ser un problema antiguo, agotado al parecer, pero lo original consiste en enfocarlo de otra manera, ya que no es posible agotar algún tema porque no lo podemos contemplar en su totalidad.

El ensayo proviene de la duda y la inconformidad, por eso hay que remover lo establecido. Al haber realizado un ensayo es obvio de que se está en contra de algo, pero no basta escribir en contra, sino vivir en contra. En el ensayo cualquier problema o asunto se convierte en problema íntimo, individual; en él, se usa la ironía, se sensibiliza, se anima frecuentemente con un tono humorístico o cierta coquetería intelectual, evitando la erudición.

Se trata de un texto formativo, de encauce de criterios, de apertura a diversos caminos de pensamiento. Su objeto no consiste en la exposición de conocimientos, ni en la ordenación de datos informativos, sino en la proyección de una idea que se ensaya; no es dar pensamientos hechos sino hacer pensar. Tiene que perturbar al lector ya sea a favor o en contra. El ensayo no es para todos, no es convencional: es personal, subjetivo, y en él se refleja la personalidad de quien escribe.

Es un género híbrido en cuanto le forman dos categorías diferentes: lo didáctico y lo lógico en la exposición de nociones o ideas; pero también por su flexibilidad, por su libertad ideológica y formal, es decir por su calidad subjetiva, es que suele tener un relieve literario. En el ensayo hay siempre un intercambio de disciplinas, y puede tener una dimensión estética en la calidad de su estilo, pero requiere a la vez de una dimensión lógica en la exposición de los temas.

El ensayo comparte con la ciencia la exploración más a fondo de la realidad, la posibilidad de acercarse a la "verdad" de las cosas. Y con el arte, la originalidad, la intensidad y la belleza expresiva.

No hay un estilo definido para el ensayo, pero debe ser claro en la expresión, y el ensayista debe saber bien el tema, pues éste debe haber sido previamente reflexionado. Las diferencias entre los ensayos radican en la originalidad en los modos y formas de pensamiento, y en la sistematización lógica a lo que corresponde la variedad y la libertad temática. Desde el inicio se expone lo que se pretende demostrar y se reconocen los límites de la interpretación. No se debe titubear en la argumentación ni contradecirse. No hay ensayos a medias.

 

 

El ensayo mexicano moderno. Vol. 1, Selección, introducción y notas de José Luis Martínez, F.C.E., México. (Letras Mexicanas, 39).

 

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