INTRODUCCIÓN AL ENSAYO
El ensayo es un texto argumentativo de carácter polémico, agresivo, que expone discursivamente una hipótesis personal, una visión particular y subjetiva que, desde un ángulo específico, examina y pone a prueba lo ya establecido, y ofrece la posibilidad de derruir lo que se creía firmemente cimentado y sustituirlo por otra cosa que pueda ser nueva y diferente. No se trata de juzgar al azar, es el producto de la meditación e interpretación de las realidades materiales o espirituales en comunicación con las propias ideas. El juicio es la materia prima, es lo que constituye el aspecto crítico del ensayo. En él, se reflexiona sobre las cosas no con amplitud, sino con profundidad. Puede darse un juicio sobre algo insignificante, buscando la manera de apoyarlo y consolidarlo, puede ser un problema antiguo, agotado al parecer, pero lo original consiste en enfocarlo de otra manera, ya que no es posible agotar algún tema porque no lo podemos contemplar en su totalidad.
El ensayo proviene de la duda y la inconformidad, por eso hay que remover lo establecido. Al haber realizado un ensayo es obvio de que se está en contra de algo, pero no basta escribir en contra, sino vivir en contra. En el ensayo cualquier problema o asunto se convierte en problema íntimo, individual; en él, se usa la ironía, se sensibiliza, se anima frecuentemente con un tono humorístico o cierta coquetería intelectual, evitando la erudición.
Se trata de un texto formativo, de encauce de criterios, de apertura a diversos caminos de pensamiento. Su objeto no consiste en la exposición de conocimientos, ni en la ordenación de datos informativos, sino en la proyección de una idea que se ensaya; no es dar pensamientos hechos sino hacer pensar. Tiene que perturbar al lector ya sea a favor o en contra. El ensayo no es para todos, no es convencional: es personal, subjetivo, y en él se refleja la personalidad de quien escribe.
Es un género híbrido en cuanto le forman dos categorías diferentes: lo didáctico y lo lógico en la exposición de nociones o ideas; pero también por su flexibilidad, por su libertad ideológica y formal, es decir por su calidad subjetiva, es que suele tener un relieve literario. En el ensayo hay siempre un intercambio de disciplinas, y puede tener una dimensión estética en la calidad de su estilo, pero requiere a la vez de una dimensión lógica en la exposición de los temas.
El ensayo comparte con la ciencia la exploración más a fondo de la realidad, la posibilidad de acercarse a la "verdad" de las cosas. Y con el arte, la originalidad, la intensidad y la belleza expresiva.
No hay un estilo definido para el ensayo, pero debe ser claro en la expresión, y el ensayista debe saber bien el tema, pues éste debe haber sido previamente reflexionado. Las diferencias entre los ensayos radican en la originalidad en los modos y formas de pensamiento, y en la sistematización lógica a lo que corresponde la variedad y la libertad temática. Desde el inicio se expone lo que se pretende demostrar y se reconocen los límites de la interpretación. No se debe titubear en la argumentación ni contradecirse. No hay ensayos a medias.
El ensayo mexicano moderno. Vol. 1, Selección, introducción y notas de José Luis Martínez, F.C.E., México. (Letras Mexicanas, 39).
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Andrea Domínguez -