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NOEMÁGICO

LA POESÍA

LA POESÍA

 

Callada, la hoguera de su mano reza

la oración fecunda del misterio;

frente a frente el hombre y el espejo

anuncian los demonios y el ingenio.

 

La luna que vigila

se arroja disipando el sollozo y el bostezo.

Siente entonces cómo trepan las palabras a su signo

como puente tendido ante el reflejo,

siente cómo hierven los deseos y las cadenas

cómo flotan las amapolas en delirio

cómo danza la simiente de lo inmenso.

 

Cenizas de fantasmas

animados por el viento sonámbulo

rondan dolientes los pasillos,

le acarician los dedos,

le sangran un canto conocido.

Entre líneas e incendios

emerge ya la desnuda fugitiva

inflamando el universo las arterias el lenguaje

con el opio del alma: la poesía.

 

POR: ARJÉ

Fuente de la imagen: "Hada del Bosque" en BosqueAnimado.Com

LA GUERRA FLORIDA EN “LA NOCHE BOCA ARRIBA” DE JULIO CORTÁZAR

LA GUERRA FLORIDA EN “LA NOCHE BOCA ARRIBA” DE JULIO CORTÁZAR

POR: ROCÍO ARENAS CARRILLO

De pronto le pareció entender aquello en términos que lo excedían infinitamente. Sintió como si le hubiera sido dado ver al fin la realidad. Un momento de la realidad que le había parecido falsa porque era la verdadera, la que ahora ya no estaba viendo. Lo que acababa de presenciar era lo cierto, es decir lo falso.

Julio Cortázar. La banda.

La obra de Cortázar muestra el carácter antitético de la condición humana que se revela en una lucha interior, nacida precisamente por el cuestionamiento acerca de la esencia misma del hombre que trasciende en la generación de la conciencia, del reino milenario . Si el hombre es una conciencia que se hace a sí misma en total libertad, estará entonces siempre en persecución de su signo, cargando con el desamparo angustiante que siente el hombre por lograrlo. La finitud de la vida representa su mayor agobio, y el temor al fracaso, al absurdo, y a la propia muerte, muchas veces lo inmovilizan, lo frustran.

En La noche boca arriba , nos encontramos frente a un desdoblamiento. En un primer plano tenemos la modernidad y la antigüedad prehispánica; luego la del hombre del siglo XX que sueña ser un indio perseguido de los aztecas; la vigilia y el sueño, esta dualidad toma sentido en el epígrafe del relato: “Y salían en ciertas épocas a cazar enemigos; le llamaban la guerra florida.” [1] Puede entenderse que se trataba de la cacería que llevaban a cabo los aztecas para ofrecer sacrificios al Sol; pero también puede verse desde otra perspectiva: la lucha del hombre entre su materialidad y su espiritualidad, el dualismo en conflicto en busca de su esencia, es el desafío existencial de la conciencia por trascender, por encontrar su centro. La guerra florida como la persecución de la sustancia del hombre, lo que Séjourné llama el alma. [2] Él explica al alma como una energía luminosa que emerge del hombre, ya que sólo posee un centro susceptible de transformar al espíritu. En el cuento, se enfatiza que olía a guerra, era el olor más temido por el indio moteca, era la presencia inevitable de la batalla que debía emprender él solo porque nadie ni nada podría ayudarlo.

A pesar que el narrador resuelve al final del relato, que en realidad el soñador no era el hombre del hospital sino el indio moteca, la ambivalencia queda abierta, tanto por el carácter del sueño, como por la conciencia de soñador que había tenido el accidentado. Una especie de ida y vuelta soñador-soñado-soñador, lo que importa es que representa una lucha. Podemos decir que el soñador personifica la materia, y el soñado el espíritu:

Para reconciliar el espíritu y la materia de que está formado, el individuo debe sostener durante toda su vida una lucha dolorosamente consciente que lo convierte en un campo de batalla en el que se enfrentan sin piedad los dos enemigos. La victoria de uno o del otro decidirá de su vida o de su muerte: si la materia vence, su espíritu se aniquila con él; si ocurre lo contrario, el cuerpo “florece” y una nueva luz va a dar fuerza al Sol.[3]

Es evidente que el personaje moteca estaba consciente de su circunstancia, pero quería huir, y al saberse despojado de su amuleto protector se dio cuenta que estaba definitivamente perdido. Era necesario acabar con la dualidad, anular los contrarios, a través del esfuerzo sostenido en el seno del hombre para alcanzar su liberación, y la posibilidad de salvarse del dualismo reside en estar consciente de ella, y así hacer de la materia un combatiente activo en la guerra florida. Si no es así, si el espíritu es confundido con la materia, se extravía entonces en ésta, y el trofeo de la guerra se pierde.

El hombre del hospital sabía que el moteca existía en sus pesadillas, quería evitarlo manteniéndose despierto; el moteca, cuando lo llevaban los acólitos al teocalli, luchaba por despertar apretando los párpados, gimiendo por volver al hospital, es decir que él también sabía del otro. El hombre completo era consciente de la dualidad que lo conformaba, estaban en la batalla, pero la muerte del moteca era inminente —aunque en el relato no se consuma—. El sufrimiento al que está subordinado el indio es enorme, sabía de su próximo fin. Cuando estaba en la mazmorra “Oyó gritar, un grito ronco que rebotaba en las paredes. Otro grito, acabando en un quejido. Era él que gritaba en las tinieblas, gritaba porque estaba vivo, todo su cuerpo se defendía con el grito de lo que iba a venir, del final inevitable.” [4] El dolor de la existencia, el conocimiento de la muerte es lo que provoca el desafío contra la vacuidad, él sabía que su compromiso era hacer florecer su corazón, cumplir con la tarea asignada por el solo hecho de existir. Y en el momento en que se logra un entendimiento, surgido de la autorreflexión, entonces se ha satisfecho la existencia tanto individual como colectiva: “Salvándose él a sí mismo, el hombre (...) salva entonces la Creación.” [5] La constitución del reino milenario da sentido a la existencia del individuo, pero al hallar o generar tal sentido, un solo hombre, entonces da validez a la humanidad toda:

La existencia humana debe tender a la trascendencia del mundo de las formas que esconde la realidad última. Esta realidad reside en el corazón, y es necesario obligar a éste a liberarlo cueste lo que cueste: he aquí la meta suprema de la "guerra florida". Alcanzar, apoderarse de su corazón significa entonces penetrar en la vida espiritual. La operación es de las más dolorosas y [...] la única arma suficientemente poderosa para atravesar la materia es el de la purificación, por lo que el corazón está constantemente asociado a imágenes de penitencia. [6]

La purificación en La noche boca arriba reside en la lucha. Existe en la diégesis un reconocimiento que representa siempre una lucha furtiva entre los dos constituyentes del cuento. La guerra florida de cada hombre, una guerra consciente y secreta capaz de confundir a los enemigos como en las batallas sagradas del cielo y la tierra, del ser y de la nada.

Este relato posee una clara tendencia existencialista, puesto que el Existencialismo, entendido como expresión de un estado de conciencia y sentimiento del hombre, se he ocupado de la preocupación agobiante que resulta de la reflexión acerca de la condición humana. El hombre se siente solo y afligido porque sabe que debe ser más, ser verdaderamente él, y ser en los otros a la vez. La lucha por el reino también se manifiesta a cada confusión, a cada renuncia, en cada atajo, en cada experiencia que trasciende hacia la legitimidad del hombre. El encuentro del ser humano con su reino será auténtico el día en que su problema ontológico, su libertad y su destino lo hayan trascendido, cuando la autoconciencia sea el arma más eficaz para la conquista de la realidad que es, a fin de cuentas, la dimensión humana.
 
 
El video es una adaptación del cuento de Cortázar con música de Saltimbanki Percusion. La idea y elaboración de cuadros son de Andrea Barreiro, y el diseño de sonido y la edición de video de Matías Barreiro.


[1] Cortázar, Julio. Final del juego. Ed. Alfaguara, 2002, México. p. 159.

[2] Cortázar no toma en cuenta al espíritu ni al alma como partición del hombre: “Kibbutz del deseo, no del alma, no del espíritu. Y aunque deseo fuese también una definición de fuerzas incomprensibles, se lo sentía presente y activo, presente en cada error y también en cada salto adelante, eso era ser hombre, no ya cuerpo y un alma sino esa totalidad inseparable” (Cortázar, Julio. Rayuela. CNCA, 1992, México. (Colección Archivos, 16). cap. 36) Se refiere más bien al hombre entero, aunque en La noche boca arriba cuerpo y alma, soñador y soñado, materia y espíritu, aludan a esas dos partes que Séjourné explica sobre el pensamiento de los aztecas, es una metáfora del carácter contradictorio de la naturaleza humana.
[3] Séjourné, Laurette. Pensamiento y religión en el México antiguo. F.C.E., 1975, México. (Breviarios, 128). p. 83.
[4] Cortázar, Julio. Final del juego. Op. cit. p. 166.
[5] Íd. Esta idea de la salvación individual que representa a su vez la redención colectiva, la encontramos también cuando el protagonista de Rayuela estaba en el umbral del reino, y platicaba con Talita sus miedos, hablándole de pasajes y agujeros, porque ella era para él una apariencia antagónica, llegó el momento en que “se estaban alcanzando desde otra parte, con otra parte de sí mismos, y no era de ellos que se trataba, como si estuvieran pagando o cobrando algo por los otros” (Rayuela, Op. cit. cap. 54). Del mismo modo, en El perseguidor Bruno dice: “Cada vez que Johnny sufre, va a la cárcel, quiere matarse, incendia un colchón o corre desnudo por los pasillos de un hotel, está pagando algo por ellos, está muriéndose por ellos.” (Cuentos completos, I, Op. cit. p. 251). Esto sucedía cuando Johnny había logrado pasar del otro lado y de repente regresaba, con una frustración inmensa.
[6] Séjourné, Laurette. Op. cit. p. 138.

CITA: LA VERDAD

CITA: LA VERDAD

¿Qué es entonces la verdad? Una hueste en movimiento de metáforas, metonimias, antropomorfismos, en resumidas cuentas, una suma de relaciones humanas que han sido realzadas, extrapoladas y adornadas poética y retóricamente y que, después de un prolongado uso, un pueblo considera firmes, canónicas y vinculantes; las verdades son ilusiones de las que se ha olvidado lo que son; metáforas que se han vuelto gastadas y sin fuerza sensible, monedas que han perdido su troquelado y no son ahora ya consideradas como monedas, sino como metal.

Friedrich Nietzsche (Alemania)

ESCRIBIR UN ENSAYO

ESCRIBIR UN ENSAYO

Síntesis de los capítulos VII al X de “Las claves de la argumentación

de Anthony Weston, Tr. Jorge F. Malem, Ed. Ariel, 7ª ed., Barcelona, 2002.

 

Para escribir un buen ensayo basado en argumentos, usted debe usar argumentos tanto como un medio para indagar, como para explicar y defender sus propias conclusiones. Debe pensar el trabajo examinando los argumentos de sus contrincantes y luego debe escribir el ensayo mismo con un argumento defendiendo sus propias conclusiones con argumentos y valorando críticamente algunos de los argumentos de la parte contraria.

 

COMPOSICIÓN DE UN ENSAYO BASADO EN ARGUMENTOS

Elija una conclusión que piensa que pueda defender.

Después organice el ensayo de manera de que se trate todo lo que necesita ser tratado y, de este modo, pueda presentar la argumentación de manera más eficaz.

Saque una hoja grande de papel y un lápiz para preparar el esquema.

 

Puntos principales de un ensayo:

Explique el problema.

Formule una propuesta o afirmación definitiva.

Desarrolle sus argumentos de un modo completo.

Examine las objeciones.

Examine las alternativas.

 

Explique el problema:

Comience por presentar la pregunta que quiere responder; luego, explíquela.

¿Por qué es importante?

¿Qué es de lo que depende la respuesta?

Si está formulando una propuesta para acciones o medidas futuras, comience mostrando que en la actualidad tenemos un problema.

¿Por qué otros deberían compartir sus preocupaciones o deberían estar interesados en sus ideas de cambio?

¿Qué le condujo a usted a interesarse por la cuestión?

Considere su audiencia.

Tome en cuenta que la audiencia puede no ser conciente de la cuestión, o de la gravedad del problema: su tarea es hacer que tomen conciencia de ello.

Para justificar su interés por una pregunta o cuestión particular, es posible que necesite apelar a valores o pautas compartidas.

 

Formule una propuesta o afirmación definitiva:

Si está formulando una propuesta, sea específico.

Después ofrezca tantos detalles como sea necesario.

Si su objetivo es evaluar algunos de los argumentos a favor o en contra de una determinada afirmación o propuesta, puede que no esté formulando una propuesta propia o, ni siquiera, llegando a una decisión específica.

Por ejemplo, quizá tan sólo pueda examinar una sola línea argumental en una controversia.

Si es así, diga clara e inmediatamente que eso es lo que usted se ha propuesto hacer.

A veces su conclusión puede ser simplemente que los argumentos de alguna tesis no son concluyentes.

De ser así, está bien, pero formule esta clara conclusión inmediatamente. Comience diciendo: “En este ensayo, debatiré que los argumentos a favor de X no son concluyentes”, de otra manera su ensayo parecerá no concluyente.

 

Desarrolle sus argumentos de un modo completo:

Una vez aclarada la importancia de la cuestión que está tratando, y una vez que haya decidido qué es exactamente lo que se propone hacer en su trabajo, está en condiciones de desarrollar su argumento principal.

Planificar es importante. Su trabajo tiene límites: no cerque más tierra de la que puede arar. Un argumento bien desarrollado es mejor que tres sólo esbozados.

No use cualquier argumento que considere que favorece su tesis. Además, diferentes argumentos pueden no siempre ser compatibles.

Concéntrese en uno o dos de los mejores.

Si hace una propuesta, tiene que mostrar que resolverá el problema con el cual comenzó. A veces con mostrar con exactitud la propuesta resulta suficiente.

Si propone que en el país se instituya un programa de validación para las escuelas, entonces será necesaria una argumentación cuidadosa.

Tiene que mostrar que dicho programa fomentaría la libertad de elección, que habría un serie de escuelas disponibles, y que estas escuelas serían claramente mejores que las actuales.

Tendría que argumentar acerca de las causas y efectos, mediante ejemplos.

Si debate a favor de una afirmación filosófica, éste es el lugar para desarrollar sus principales argumentos.

Si objeta a favor de su interpretación de un texto o suceso, éste es el lugar para explicar los detalles de ese texto o suceso, y para explicar su interpretación detenidamente.

Si su ensayo es una valoración de algunos argumentos en una controversia, explique aquellos argumentos y las razones de su evaluación.

Si fundamenta una afirmación en un argumento mediante ejemplos, asegúrese de tener un buen número representativo de ellos.

Si usa una forma deductiva, asegúrese de que es válida y de que cualquier premisa cuestionable también es defendida.

 

Examine las objeciones:

Anticípese a preguntas escépticas:

¿No es demasiada cara su propuesta?

¿No tardará demasiado?

¿Ha sido probada con anterioridad?

¿Puede conseguir gente para llevarla a cabo?

Si su propuesta será difícil de implementar: admítalo; y explique que intentarlo igual merece la pena.

La mayoría de las propuestas no tienen un solo efecto sino muchos.

Debe examinar qué desventajas puede tener su propuesta.

Anticípese a las desventajas que otros puedan enarbolar como objeciones, sáquelas a colación usted mismo y respóndalas.

Argumente que las ventajas superan a las desventajas (y asegúrese, previo análisis, de que así es).

También puede argumentar que algunas posibles desventajas no se darán en la práctica.

Si escribe un trabajo académico, busque las críticas a su afirmación o interpretación en textos asignados para el curso.

También encontrará objeciones hablando con personas de diferentes puntos de vista, y en su trasfondo de lecturas.

Escudriñe estas críticas por completo, seleccione las más fuertes o más comunes, y trate de responderlas.

 

Examine las alternativas:

Ésta es una regla obvia, pero es pasada por alto constantemente. Si defiende una propuesta, no es suficiente mostrar que su propuesta resuelve un problema.

También puede mostrar que es mejor que las otras maneras plausibles de resolver ese problema, bajo las circunstancias dadas.

Si interpreta un texto o un suceso, tiene que examinar las interpretaciones alternativas.

Por más hábil y profunda que sea su explicación de por qué sucedió una cosa, alguna otra explicación puede parecer más probable.

Tiene que mostrar que las otras explicaciones son menos probables.

 

ESCRIBIR EL ENSAYO

Usted ha explorado su cuestión y ha desarrollado un esquema.

Está listo para escribir el ensayo mismo.

Recuerde que escribir la versión formal es sólo el último paso.

Use un lenguaje concreto, específico, definitivo, juegue limpio.

Siga su esquema.

Formule una introducción breve.

Exponga sus argumentos de uno en uno.

No olvide la claridad.

Apoye las objeciones con argumentos.

No afirme más de lo que ha probado.

 

Use un lenguaje concreto, específico, definitivo, juegue limpio:

Utilice siempre las palabras pertinentes.

Use los términos de un modo consistente: evite la ambigüedad.

No utilice una misma palabra con distintos sentidos.

No dé por entendidos conceptos cruciales en la argumentación.

Puede especificar el significado de un término común, siempre que explique su nueva definición y la use consistentemente.

Si usa términos que en otras lenguas son más específicos, enúncielos en su idioma original y explique su acepción en español.

 

Siga su esquema:

Siga su esquema cuando comience a escribir.

No pase de un punto a otro, si éste debe venir más tarde.

Si al escribir le parece que su ensayo tiene una estructura desacertada, deténgase y revise su esquema. Después, siga de nuevo.


Formule una introducción breve:

Muchos estudiantes usan toda la primera página de su ensayo (de cuatro páginas), simplemente para hacer una presentación del trabajo, a menudo de manera muy general e irrelevante:

Durante siglos, los filósofos han discutido sobre la existencia de Dios… (NO)

En este ensayo, argumentaré que Dios existe. (SÍ)

Este trabajo probará que la institucionalización de un programa de validación para las escuelas primaria y secundaria, conduce a una sociedad de mayor intolerancia y aislamiento entre las personas de diferentes clases sociales.


Exponga sus argumentos de uno en uno:

Como regla general exponga un argumento por párrafo.

Incluir muchos puntos diversos en el mismo párrafo sólo confunde al lector y hace perder aspectos importantes.

Use su principal argumento para plantear sus párrafos.

Primero exponga sus intenciones con claridad, y después puede utilizar el silogismo hipotético que ya analizamos.

Primero formule su principal argumento en un párrafo.

Si no quiere incluir todos los pasos, al menos dé una clara idea de hacia dónde quiere llegar.

Luego explique y defienda este argumento, y dedique un párrafo a cada premisa.

Siga este modelo para todos los argumentos, no solamente para las deducciones.

Cuando las premisas se convierten en las afirmaciones principales de párrafos separados, es precisamente su formulación paralela la que mantiene unido el argumento en su conjunto.

 

No olvide la claridad:

Quizá usted sepa exactamente lo que quiere decir, para usted todo está claro, pero muchas veces no lo está para cualquier otra persona.

Las cuestiones que a usted le parece que están relacionadas, a algún lector de su ensayo le pueden parecer totalmente desvinculadas.

Por lo tanto, es esencial explicar las conexiones entre sus ideas, aun si le parecen absolutamente claras.

¿Cómo se relacionan sus premisas entre sí y fundamentan su conclusión?

La claridad es tan importante para usted como lo es para sus lectores.

Las cuestiones que a usted le parecen relacionadas puede que no estén realmente conectadas, y al tratar de aclarar las conexiones descubrirá que aquello que le parecía tan claro no lo es en absoluto.

Una buena prueba sobre claridad consiste en dejar de lado la primera redacción del trabajo durante uno o dos días, y leerla entonces nuevamente.

Otra buena prueba es mostrar su ensayo a sus amigos para su lectura.

 

Apoye las objeciones con argumentos:

Al desarrollar sus argumentos de una manera cuidadosa y completa, también tiene que desarrollar cuidadosamente y en detalle los posibles argumentos de las otras partes, aunque no de un modo tan completo como los propios.

No afirme más de lo que ha probado

Termine sin prejuicios:

En conclusión, todas las razones parecen favorecer el programa de validación, y ninguna de las objeciones se mantiene en pie. Obviamente en el país se debería de adoptar un programa de validación tan pronto como sea posible. (NO)

Argumenté en este ensayo que hay al menos una buena razón para adoptar el programa de validación. Aunque hay algunas objeciones serias, parece posible modificar el sistema de validación para hacerles frente. Merece la pena intentarlo. (SÍ)

 

LAS FALACIAS EN LA ARGUMENTACIÓN

Las dos grandes falacias:

Extraer conclusiones de una muestra demasiado pequeña.

Olvidar las alternativas.

 

Relación de falacias:

Ad hominen. Atacar a la persona de la autoridad alegada, en vez de atacar sus cualificaciones.

Ad ignorantiam. Apelar a la ignorancia.

Ad misericordiam. Apelar a la piedad.

Ad populum. Apelar a las emociones de la multitud, apelar a una persona que se comporta como la multitud.

Afirmar el consecuente. Una falacia deductiva: Si p entonces q. q. Por lo tanto p.

Ambigüedad. Usar una palabra simple por más de un sentido.

Causa falsa. Término genérico para una conclusión cuestionable sobre causa y efecto.

Composición. Asumir que un todo debe tener las propiedades de sus partes.

Definición persuasiva. Definir un término de tal manera que parezca neutral, pero que de hecho es sutilmente emotivo.

Descalificar la fuente. Usar lenguaje emotivo para menospreciar un argumento, incluso antes de mencionarlo.

División. Asumir que las partes de un todo deben tener las propiedades de un todo.

Falso dilema. Reducir las opciones que se analizan sólo a dos, a menudo drásticamente opuestas e injustas para la persona contra quien se expone el dilema.

Hombre de paja. Caricaturizar la opinión del oponente de tal manera que resulte fácil refutarla.

Negar el antecedente. Falacia deductiva: Si p entonces q. No-p. Por lo tanto, no-q.

Non sequitur. Extraer una conclusión que no se sigue.

Palabras equívocas. Cambiar el significado de una palabra en medio de un argumento, de tal modo que su conclusión pueda mantenerse aunque su significado se haya modificado radicalmente.

Petición de principio –petitio principii-. Usar de modo implícito la conclusión como premisa.

Pista falsa. Introducir cuestiones irrelevantes y desviar la atención del tema principal.

Post hoc, ergo propter hoc. (Literalmente: “después de esto, por lo tanto, debido a esto). Asumir la causalidad demasiado pronto sobre la base de la mera sucesión en el tiempo.

Preguntas complejas. Exponer una pregunta o una cuestión de tal manera que una persona no pueda acordar o discrepar con usted sin obligarse con alguna otra afirmación que usted quiere promocionar.

Provincianismo. Error por universalizar un hecho local.

Suprimir prueba. Presentar sólo una parte de un conjunto de datos que apoyen su afirmación, ocultando las partes que la contradicen.

 

 

LECTURAS SUGERIDAS:

ANSCOMBRE, Jean-Claude y Oswald Ducrot. La argumentación en la lengua. Tr. Julia Sevilla y Marta Tordesillas. Ed. Redos, Madrid, 1994. (Biblioteca Románica Hispanoamericana. Manuales, 75)

BEUCHOT, Mauricio y Edgar González Ruiz. Ensayos sobre teoría de la argumentación. Universidad de Guanajuato, México, 1993.

ECO, Umberto. Interpretación y sobreinterpretación. Tr. Juan Gabriel López Guix, Cambridge University Press, 2ª ed., Madrid, 1997.

MARTÍNEZ, José Luis. “Orígenes y definición del ensayo” en El ensayo mexicano moderno, I. F.C.E., 3ª ed., México, 2001.

MOLL SUREDA, María Elena. “El ensayo como estructura lingüística y construcción de sentido” en Onomazein. No. 5, Chile, 2000.

PREISTLEY, Maurer. Técnicas y estrategias del pensamiento crítico. Ed. Trillas, México, 1996.

PUIG, Luisa. Discurso y argumentación: un análisis semántico y pragmático. UNAM, México, 1991. (Cuadernos del Seminario de Poética, 15).

REY, Jöelle. “La argumentación en la divulgación científica” en Escritos. Revista del Centro de Ciencias del Lenguaje. Número 17/18, Universidad Autónoma de Puebla, México, enero-diciembre de 1998.

RICŒUR, Paul. Teoría de la interpretación. Discurso y excedente de sentido. Tr. Graciela Monges Nicolau, Ed. Siglo XXI, México, 1995.

http://www.ensayistas.org/
 
Recomendamos también nuestros post anteriores: Introducción al ensayo y De la argumentación .

EN DEFENSA DE LO FANTÁSTICO

EN DEFENSA DE LO FANTÁSTICO

POR: ROCÍO ARENAS CARRILLO

La realidad es flexible y porosa, al menos deberíamos negar la supuesta unidad y finitud de los hechos, ya que apenas se les mira desde otra perspectiva, y ya no se está tan seguro. En el primer volumen de La vuelta al día en ochenta mundos, una cita de Víctor Hugo: “Nadie ignora lo que es el punto vélico de un navío; lugar de convergencia, punto de intersección misterioso hasta para el constructor del barco, en el que se suman las fuerzas dispersas en todo el velamen desplegado" incita a Julio Cortázar a expresar su concepción de lo fantástico: "Lo fantástico fuerza una costra aparencial, y por eso recuerda el punto vélico; hay algo que se arrima al hombro para sacarnos de quicio. Siempre se ha sabido que las grandes sorpresas nos esperan allí donde hayamos aprendido por fin a no sorprendernos de nada, entendiendo por esto, no escandalizarnos frente a las rupturas del orden".

No hay un fantástico cerrado, porque lo que de él alcanzamos a conocer es siempre una parte y por eso lo creemos fantástico. Ya se habrá adivinado que como siempre las palabras están tapando agujeros. El lenguaje es concebido como algo "en lugar de", al igual que lo fantástico es siempre una representación de otra cosa, pero no es la cosa misma; aunque es también el cumplimiento de la cosa, del objeto, o bien, de lo fantástico. En su texto Del cuento breve y sus alrededores, Cortázar establece como principio de lo fantástico la exigencia de un desarrollo temporal ordinario, en el que una irrupción altera instantáneamente el presente, pero la puerta que da al zaguán ha sido y será la misma en el pasado y en el futuro. Sólo la alteración momentánea dentro de la regularidad delata lo fantástico, pero es necesario que lo excepcional pase a ser también la regla sin desplazar las estructuras ordinarias entre las cuales se ha insertado.

Todo lector asiduo de Cortázar sabe que su prosa es principalmente fantástica, como la de otros escritores latinoamericanos que revolucionaron la invención literaria durante el siglo XX. En este post transcribo y parafraseo aquellas palabras que hicieron justicia a la literatura fantástica en la polémica que generó Óscar Collazos y que fue publicada en 1970 con el título de Literatura en la revolución y revolución en la literatura, un pequeño libro donde hablan Collazos, Cortázar y Vargas Llosa, para criticar y defender lo fantástico y lo real, en cualquiera de sus concatenaciones.

Para Óscar Collazos la única literatura válida es aquella que se refiere a una realidad, que corresponde a su vez al desenvolvimiento histórico del mundo real, puesto que la realidad es una totalidad imprescindible. Él acusa a la literatura de García Márquez, Vargas Llosa y Cortázar de expresar realidades concebidas en el vacío, puesto que en sus obras hay un olvido de la realidad, un desprecio a toda referencia concreta a partir de la cual se inicia la gestación de un producto literario que viene a ser una suerte de evasión, ya que el aludir a la realidad social, histórica, política y cultural en que se vive es la responsabilidad del escritor. Entonces Cortázar hace una minuciosa argumentación en favor de que la literatura fantástica jamás olvida que tiene por objeto aprehender profundamente una realidad: la realidad; que no es una estructura autodeterminada o autodeterminante, que no nace ni concluye en sí misma.

Ninguna realidad es concebible en el vacío, responde Cortázar; el poema más abstracto, la narración más delirante o más fantástica, no alcanzan la trascendencia si no tienen una correlación objetiva con la realidad, sólo que ahora se trata de entender la realidad como la entiende y la vive el creador de esas ficciones, es decir, como algo que por muchos lados y muchas dimensiones puede rebasar el contexto sociocultural sin por eso darle la espalda o menospreciarlo. ¿Olvido de la realidad? De ninguna manera: mis cuentos no solamente no la olvidan sino que la atacan por todos los flancos posibles, buscándole las venas más secretas y más ricas. ¿Desprecio de toda referencia concreta? Ningún desprecio, pero sí selección, es decir elección de terrenos donde el narrar sea como hacer el amor para que el goce cree la vida, y también invención a partir del contexto sociocultural, invención que nace, como nacieron los animales fabulosos, de la facultad de crear relaciones entre elementos disociados en la cotidaneidad del contexto. Si la referencia a la realidad abarca también a lo mítico, está abarcando las estructuras más profundas de la persona y de los pueblos, las pulsiones esenciales donde irrumpen imaginación, la fabulación, toda la combinatoria que en una primera etapa llevó al nacimiento de la epopeya y de la tragedia, y posteriormente a la novela y al cuento entre otros productos culturales. Lo que cuenta es la responsabilidad del escritor, el que sea o no un escapista de su tiempo o de su circunstancia, sólo la aprehensión profunda de la conducta u la obra de un escritor pueden mostrar en último análisis si sus más vertiginosos alejamientos de lo cotidiano o lo circundante son la consecuencia fatal y necesaria de su visión auténtica del mundo, de su responsabilidad frente a esa visión que nada ni nadie puede cambiar. Si toda literatura verdaderamente eficaz entraña la aprehensión de la realidad en su forma más rica y compleja, el “estilo” que vuelve inconfundible cada uno de sus productos prueba, por una parte, que esa aprehensión se ha operado en un nivel irrenunciable y, por otra parte, la posibilidad de transmitirla, de devolverla en forma no menos eficaz a los lectores. ¿Cómo no agregar ahora algo que a fuerza de ser elemental exige reiteración: que esa realidad de que hablamos es el hombre mismo en la medida en que no escribimos para los monos sino para él? La auténtica realidad es mucho más que el “contexto sociohistórico y político”, la realidad soy yo y setecientos millones de chinos, un dentista peruano y toda la población latinoamericana, Óscar Collazos y Australia, es decir el hombre y los hombres, el hombre en la espiral histórica, el homo sapiens y el homo faber y el homo ludens, el erotismo y la responsabilidad social, el trabajo fecundo y el ocio fecundo; y por eso una literatura que merezca su nombre es aquella que incide en el hombre desde todos los ángulos (y no, por pertenecer al tercer mundo, solamente o principalmente en el ángulo sociopolítico), que lo exalta, lo incita, lo cambia, lo justifica, lo saca de sus casillas, lo hace más realidad, más hombre, como Homero hizo más reales, es decir más hombres, a los griegos, y como Martí y Vallejo y Borges hicieron más reales, es decir más hombres, a los latinoamericanos.

Una literatura que busca internarse en territorios nuevos y por ello más fecundos, no puede acantonarse en la vieja fórmula novelesca de narrar una historia, sino que necesita tramar su estructura y su desarrollo de tal manera que el texto de lo así tramado alcance su máxima potencia gracias a ese tratamiento de implacable exigencia. Si la física o las matemáticas proceden de la hipótesis a la verificación, e incluso postulan elementos irracionales que permiten llegar a resultados verificables en la realidad, ¿por qué el novelista ha de rehusarse estructuras hipotéticas, esquemas puros, telas de araña verbales en las que acaso vendrán a caer las moscas de nuevas y más ricas materias narrativas? El signo de toda gran creación es que nace de un escritor que de alguna manera ha roto ya esas barreras, y escribe desde otras ópticas, llamando a lo que por múltiples y obvias razones no han podido aún franquear la valla, incitando con las armas que le son propias a acceder a esa libertad profunda que sólo puede nacer de la realización de los más altos valores de cada individuo. La novela revolucionaria no es solamente la que tiene un contenido revolucionario sino la que procura revolucionar la novela misma, la forma novela, y para ello utiliza todas las armas de la hipótesis de trabajo, la conjetura, la trama pluridimensional, la fractura del lenguaje. Un novelista es un intelectual creador, es decir un hombre cuya obra es el fruto de una larga, obstinada confrontación con el lenguaje que es su realidad profunda, la realidad verbal que su don narrador utilizará para aprehender la realidad total en todos sus múltiples contextos. Cuando esa realidad del escritor que es la larga batalla de toda una vida, con sus fracasos, sus experimentos, sus avances en el campo de la escritura, sirva un día para vincular ese contexto en el que ya entra el lector, entonces y sólo entonces tendremos una literatura revolucionaria. Plantearse el quehacer literario como una invariable dialéctica “contexto - lenguaje” es a priori falso, pues en muchos casos, como el mío propio, llegar a la realidad por la literatura sólo se logra después de muchas etapas en las que sólo la literatura era la realidad.

Concluyo con un fragmento de la entrevista que Joaquín Soler Serrano le hizo en 1977, en la que Cortázar expresa su sentido de lo fantástico en un modo más afable:

 

OUROBOROS O DE LA ETERNIDAD

OUROBOROS O DE LA ETERNIDAD

POR: ROCÍO ARENAS CARRILLO

El ouroboros es el dragón o serpiente que queda encerrada sobre sí misma al morderse o «comerse» su propia cola, es el símbolo que representa la unión del principio ctónico de la serpiente, y el principio circular del mundo celeste. Esto lo confirma el hecho de que en algunas imágenes es mitad negro y mitad blanco, significando la oposición de diversas nociones como el cielo y la tierra, el bien y el mal, el día y la noche, el yin y el yang, y de todos los valores que portan tales opuestos. En un manuscrito de alquimia, el ouroboros posee la mitad negra —símbolo de la tierra—, en comunión con la otra mitad blanca moteada de puntos que representan las estrellas —el cielo—, aunado a la metáfora celeste del dragón. En griego se denomina Ouroboros, y en algunas de sus representaciones lleva por complemento la inscripción que dice: Hen to pan (el Uno es el Todo).

Sabemos que la serpiente al cambiar de piel se rejuvenece constantemente, es el símbolo más significativo y complejo de todos los símbolos animales, y tal vez el más antiguo: combina lo masculino y lo femenino, es la fuerza primitiva de la vida, emblema de la divinidad creadora misma. El dragón es la personificación reptiliana del poder primordial, sinónimo frecuente de la serpiente en el mito y la leyenda, por ejemplo en Grecia y China se les llamaba drakonates a las serpientes grandes. Los dragones aparecen en múltiples narraciones como guardianes vinculados al inframundo y al conocimiento de los oráculos. El ouroboros representa el «círculo» en su materialización en la figura del animal del eterno retorno , pues sugiere que al fin le corresponde un nuevo comienzo en constante repetición, que el final de un camino o de un proceso significa un nuevo principio; de la imagen del círculo del animal que se cierra, resulta una expresiva metáfora de una repetición cíclica que significa la circulación de los tiempos, el fin de los mundos y nuevas creaciones, del morir y del renacer, en síntesis: la eternidad, ya simbolizada de antemano por el simple círculo.

El mito del ouroboros, que encierra las ideas de movimiento, continuidad, autofecundación, el tiempo y la continuidad de la vida, apareció por primera vez en Egipto tanto en los sarcófagos del Imperio Nuevo como en el Libro de los Muertos, indicando el curso cósmico en un tiempo infinito; como símbolo de la eternidad fue adoptado también por la alquimia y la francmasonería, pero también se encuentra en el arte sepulcral cristiano, en el arte del Benín, en un sello de la Theosophical Society, el Codex Marcianus, y en el Book of Lambspring, entre otros.


En el simbolismo alquímico, el ouroboros es el símbolo gráfico de un proceso cerrado en sí mismo que transcurre repetidamente y que al calentar, evaporar, enfriar y condensar un líquido, debe servir para el refinamiento de sustancias: veneno, víbora, disolvente universal, son símbolos de lo indiferenciado, del “principio invariante” o común que pasa entre las cosas y las liga, es la disolución de los cuerpos, la serpiente universal que, según los gnósticos camina a través de todas las cosas. A menudo la serpiente que se cierra formando un círculo, ha sido sustituida por dos seres que unen la boca y el extremo de la cola, reproduciendo el de arriba como signo de volatilidad, como un dragón alado (amphisba).


Diversos estudiosos como Ruland, Evola, E. Neuman, el Dr. Sarró, han interpretado estas significaciones, además del simbolismo matriarcal donde el ouroboros es el símbolo primordial de la creación del mundo, que al morderse la cola resulta el acto de la autofecundación, incluso la idea de que se trata de una variante simbólica de Mercurio, el dios duplex.

En el Libro de Lambspring, filósofo antiguo noble, doctor y estudiante entusiasta de la medicina, escribió unos versos respecto a la piedra filosofal, ilustrados en el cuadro VI con un ouroboros:

 

ESTO ES SEGURAMENTE UN GRAN MILAGRO Y SIN NINGÚN ENGAÑO.

ÉSE ES UN DRAGÓN VENENOSO, ALLÍ DEBERÍA ESTAR LA GRAN MEDICINA.


El mercurio se precipita o se sublima, se disuelve en su propia agua propicia, y después una vez más se coagula.


Un dragón salvaje vive en el bosque,

el más venenoso él es, con todo no careciendo nada:

Cuando él ve los rayos del sol y de su fuego brillante,

él dispersa al extranjero su veneno,

y vuela hacia arriba tan ferozmente

que ninguna criatura viva puede estar de pie ante de él,

ni incluso el Basilisco lo iguala.

Él quien posee la habilidad de aniquilar, astutamente

que ha escapado de todos los peligros.

Aun todo el veneno, y colores son multiplicados

en la hora de su muerte.

Su veneno se convierte en la gran medicina.

Él consume rápidamente su veneno,

él devora su cola venenosa.

Todo esto se realiza en su propio cuerpo,

del cual fluye enseguida el bálsamo glorioso,

con todas sus virtudes milagrosas.

He aquí que todos los sabios se alegran en voz alta.

 

 

FUENTES CONSULTADAS:

BIERDERMANN, Hans. Diccionario de los símbolos. Ed. Paidós. Barcelona. 1993.

CHERVALIER, Jean y Alain Gheerbrant. Diccionario de los símbolos. Ed. Herder, 6ª ed., Barcelona, 1999.

CIRLOT, Juan Eduardo. Diccionario de símbolos. Ed. Siruela, 5ª ed., Madrid, 2001.

LURKER, Manfred. El mensaje de los símbolos. Mitos, culturas y religiones. Ed. Herder, Barcelona, 1992.

TRESIDDER, Jack. Diccionario de los símbolos. Ed. Tomo, México, 2003.

 

LA INVESTIGACIÓN DOCUMENTAL

LA INVESTIGACIÓN DOCUMENTAL

[Apuntes mínimos para elaborar un trabajo de investigación. Sólo para principiantes.]

La investigación es un proceso que, mediante la aplicación de métodos científicos, procura obtener información relevante, fidedigna e imparcial, para extender, verificar, corregir o aplicar el conocimiento. Etimológicamente, la palabra investigación viene del latín in-vestigium, que significa en pos de la huella; así pues, la palabra investigación lleva en sí misma el sentido de que para indagar sobre algo, se necesita tener un vestigio o una huella. Se trata de buscar el sentido de las cosas, cada ser humano necesita más información sobre los seres que lo rodean, ya que desde el inicio de su existencia y durante toda su vida, tiene que coexistir con un entorno y un contexto de seres y de circunstancias. La investigación consiste en la búsqueda de la verdad: cuando el hombre pregunta, busca, indaga, lo que pretende conocer es la verdad acerca de aquello que significa descubrir o descorrer el velo de algo. Este algo, al ser descubierto se hace patente, o sea que manifiesta su sentido de verdad. Asimismo, la investigación consiste en ampliar el horizonte de significatividad, puesto que un término es significativo para nosotros cuando su sentido se puede explicar por el acervo de conceptos que ya poseemos; de igual manera, un objeto es significativo, cuando sabemos para qué sirve o en qué consiste su valor.

Los trabajos de investigación responden a diferentes necesidades académicas, como la respuesta ante las interrogantes planteadas por un problema en una situación determinada, la búsqueda a ciertos acontecimientos o fenómenos, o la adquisición de suficientes conocimientos que le sirvan para predecir cambios.

Los objetivos de la investigación son, por lo general, realizar un estudio para describir algún tema de conocimiento, buscar información para dar respuestas satisfactorias a cuestionamientos sobre fenómenos, estudiar profundamente un problema a fin de obtener datos suficientes que permitan hacer ciertas proyecciones, organizar el pensamiento expresado por diversos autores con relación a un tema de estudio, y presentar opiniones personales o juicios de valor sobre una materia determinada. Los trabajos de investigación tienen su razón de ser porque son un medio eficaz para adquirir conocimientos; para ponernos en contacto con las fuentes directas de información; nos da la oportunidad de participar activamente en trabajos creativos, y; nos capacita para sistematizar la búsqueda de conocimientos, organizar y presentar debidamente los resultados de una investigación. La investigación no debe ser improvisada, intuitiva, irreflexiva ni precipitada.

Para elegir el tema a investigar se debe tener capacidad para abordarlo, especificar los beneficios intelectuales que tal estudio pueda proporcionar, y aclarar los medios y recursos necesarios para abordar el tema. El tema debe ser concreto para poder profundizar en la materia y no perderse en superficialidades o llegar a conclusiones ya superadas. Se puede retomar un tema: si ha sido tocado sólo incidentalmente en una investigación, se estudia y se amplía; si no está tratado profundamente., se investiga aplicándole métodos más adecuados; si hay errores y deficiencias en la información, se completa y se corrigen los errores; si se estudió desde un punto de vista, se replantea para aportar una nueva visión desde otra perspectiva.

La investigación documental se caracteriza por el empleo predominante de registros gráficos y sonoros como fuentes de información. Generalmente se le identifica con el manejo de mensajes registrados en la forma de manuscritos e impresos, por lo que se le asocia normalmente con la investigación archivística y bibliográfica. El concepto de documento, sin embargo, es más amplio. Cubre, por ejemplo: películas, diapositivas, planos y discos.

Las fuentes de la investigación son las enciclopedias, diccionarios y libros; artículos, revistas, tesis, informes técnicos, manuscritos, monografías; el propio centro de trabajo, la comunidad a la que se pertenece; los adelantos de la tecnología, las conferencias, las discusiones académicas, los seminarios, las clases, los congresos, las mesas redondas, la consulta a especialistas en la materia que interesa estudiar; libros de texto, publicaciones periódicas de la especialidad, folletos, programas de estudio, programas de investigación, guías bibliográficas, catálogos, índices, boletines informativos, reseñas, ensayos.

El plan de trabajo es un instrumento que permite organizar, de manera lógica y sistemática, las actividades que se requieren para realizar la labor de investigación. Es una guía para la investigación y ofrece la oportunidad de revisar el proceso antes de emprenderlo, y en él se valoran todas las etapas. Las partes del plan son: 1) El tema elegido: en esta parte se indica exactamente qué se pretende investigar. 2) La justificación del estudio: aquí se expone para qué se investigará, los beneficios que se lograrán con el estudio, la necesidad o importancia para desarrollar el trabajo. Se apunta si lo que se busca es la adquisición de conocimientos teóricos, la solución de un problema, la aplicación de un método o proceso, etc. Se mencionan los intereses que movieron para emprender la investigación. 3) Definición del tema elegido: se señalan los límites de la investigación, y se enumeran los aspectos propios del tema tales como ubicación, punto de vista, marco teórico, los sujetos de investigación (equipo), etc. 4) Antecedentes del tema: se explica brevemente la ubicación de la investigación en el contexto de conocimientos mencionando los adelantos existentes y los principales trabajos que se hayan realizado hasta ese momento, y se cita la bibliografía preliminar. 5) Forma en que se llevará a cabo el proceso: se expone la forma en que se realizará la investigación. Se indican los pasos que se tiene planeado seguir, desde la recopilación del material informativo, la organización de las fichas, la redacción y presentación del trabajo. 6) Esquema de trabajo: se anexan, a manera de un enlistado, y enumerados lógicamente, los posibles capítulos y subcapítulos del trabajo. 7) La agenda del trabajo: se indican las fechas y/o tiempos probables para la realización de cada etapa del trabajo.

La recopilación del material: Cuando el plan de trabajo está hecho, ya estamos listos para obtener el material. Para esto necesitamos buscar libros, revistas, folletos, documentos en general, en donde se aborde el tema a tratar. Las fuentes se encuentran según su carácter y naturaleza en distintos organismos dedicados a la labor de concentrar ordenadamente los materiales y ponerlos a la disposición del público: archivológicas, bibliográficas, videográficas, audiográficas, hemerográficas e iconogáficas. Los sistemas de información como la biblioteca, la hemeroteca, etc., están creados con las funciones específicas de proporcionar servicios de difusión de las fuentes documentales de información: archivo, biblioteca, filmoteca, fonoteca o discoteca, hemeroteca y museos. En la biblioteca se guardan básicamente libros, aunque algunas veces contienen materiales audiovisuales y publicaciones periódicas. Hay bibliotecas generales, especializadas, públicas y privadas. En la hemeroteca se localizan las publicaciones periódicas, como las revistas, los periódicos, algunos folletos, semanarios, etc. Los periódicos publican noticias, artículos, crónicas sobre política, economía, deportes, etc. Las revistas divulgan la cultura a distintos niveles, y contienen artículos de fondo, documentos inéditos, notas críticas, etc. Los boletines ofrecen información en torno al campo de trabajo de algunas academias, instituciones o asociaciones. En el archivo se guardan y conservan documentos como cartas, manuscritos, informes, materiales históricos, etc. con la finalidad de consignar organizadamente la historia de los asuntos importantes tramitados por la institución que los archiva o por otra que se dedica especialmente a su recopilación. La fonoteca o discoteca es una institución dedicada a recopilar, clasificar y difundir los materiales grabados como son los discos, programas de radio, conferencias o recitales recogidos en cintas magnetofónicas, casetes, etc. La filmoteca se propone localizar, adquirir, clasificar y difundir las películas, videocasetes, diapositivas, etc.

Como técnicas de registro de información, primero hay que recabar los datos de identificación de los documentos que se trabajarán, es decir la elaboración de las fichas bibliográficas, hemerográficas, etc., y luego la redacción de las fichas de trabajo. La ficha bibliográfica contiene todos los datos necesarios y suficientes, preestablecidos convencionalmente para identificar cada uno de los libros que se usarán, como son los autores, título, edición, año y lugar de publicación, colección y número. Si se trata de una revista se incluye la periodicidad, el número, tomo, fecha, y al igual que en la ficha de periódico se puede hacer bajo autor o bajo título. En la de periódico se incluye la fecha, sección y columna del artículo citado. En los discos, documentales, películas y videojuegos se escribe además el soporte, ya sea un CD, DVD, u otro; y si es de la televisión se anota el horario, la duración y el canal.

La ficha de trabajo contiene los razonamientos, planteamientos o interpretaciones del autor; en ella se formulan también los comentarios, críticas, conclusiones, etc., del investigador respecto de los documentos de análisis. Del material recogido en las fichas de trabajo dependerán la corrección y coherencia de la redacción del escrito, así como su adecuada argumentación y suficiente fundamentación. Hay varios tipos de fichas de trabajo: en la ficha textual. En ella se realiza la trascripción de un párrafo que contenga una idea o ejemplo importante para el trabajo de investigación que se está elaborando. Se escriben entre comillas para distinguirlas de los comentarios o ideas personales del investigador. Debe ser breve, tener unidad y presentar una sola idea. Si una parte del texto que se quiere transcribir es innecesaria, se elimina y en su lugar se anotan puntos suspensivos y entre paréntesis cuadrados: [...] Y si la parte omitida es muy extensa, mejor se hace otra ficha. Cuando en la cita textual hay una falta de ortografía, de construcción o de otro tipo, no se corrige, pero se anota justo después de éste, la abreviatura sic., que significa: así está en el original. La ficha de paráfrasis repite la idea de un texto pero con otras palabras. En la ficha de resumen se escriben sólo las principales ideas mencionadas en un texto, pero sin involucrar las ideas personales, y en la ficha de síntesis se escriben las ideas principales, pero ya expresadas desde un punto de vista determinado. La ficha de comentario consiste en que después de haber asimilado el contenido de un texto se escriben en la ficha las ideas personales en torno a lo leído, es decir, se formulan críticas, juicios u opiniones. Y en la ficha mixta. Se compone de dos elementos: una cita textual que se anota en la parte superior de la tarjeta, y un comentario personal, una paráfrasis, resumen o síntesis sobre la cita en la parte inferior. La estructura de la ficha de trabajo contiene lo siguiente: Datos para identificar la fuente, donde se anotan sólo el nombre del autor, el título de la obra y las páginas que hayan sido transcritas, resumidas, etc. Si el título es muy largo se escribe sólo la primera parte de éste y en seguida puntos suspensivos. Esto no causa confusión ya que los datos completos están en la bibliografía. En el ángulo superior derecho se registra el nombre del tema y subtema al que corresponde la ficha, de acuerdo al plan de trabajo. El texto es el cuerpo de la ficha y ocupa la mayor parte de la tarjeta; en caso de que se requiera más espacio, su pueden usar dos o tres tarjetas, y para evitar confusiones, en cada una se vuelven a anotar los datos de la fuente y tema, se numeran y se engrapan. Y finalmente el tipo de ficha. Antes de escribir el texto de la ficha se debe especificar de qué tipo es, en el centro y entre paréntesis.

Organización y análisis del material. Al concluir la recopilación del material, las fichas de trabajo se deben organizar a través de los siguientes pasos: formación de un fichero, comparación, selección, ordenamiento y análisis crítico.

Redacción y presentación. Después de haber hecho el análisis crítico sólo resta asentar los resultados de la investigación. Es muy probable que, a estas alturas el plan haya sido modificado en el transcurso del trabajo. Se hacen las correcciones al esquema de trabajo y, guiándose por él se empieza a redactar, revisando las fichas ya organizadas. Aquí se expresa de una manera clara y objetiva el informe de la investigación realizada. Es indispensable que antes de redactar se tenga bien definido el tipo de trabajo que se va a escribir, algunos ejemplos son el informe, la reseña, el artículo, la monografía y el ensayo.

Estructura del trabajo académico. La estructura típica de los trabajos académicos consta de tres partes esenciales con las que se logra dar unidad a la exposición: introducción, exposición general o desarrollo, y conclusiones y/o recomendaciones, o resumen. Sin embargo, el trabajo académico, que presenta el informe de una investigación realizada, contiene por lo general los siguientes elementos: portada, tabla de contenidos, introducción, exposición general o desarrollo, conclusiones y/o recomendaciones, o resumen, bibliografía o lista de referencias bibliográficas, apéndices y/o anexos (si los hay), y los índices (si son necesarios).

La introducción se redacta hasta que el trabajo ha sido concluido. En ella no se debe pretender desarrollar el problema ni presentar las conclusiones. Aquí se resume lo planteado originalmente en el plan de trabajo: el qué, el para qué, el cómo, etc. de la investigación. En el desarrollo o exposición general se expone, se demuestra y se sustenta la argumentación. La hipótesis propuesta para la resolución del problema se confirma, rechaza o modifica. La organización interna de la exposición depende del tipo de trabajo, del tratamiento de los temas, del razonamiento, de la metodología. Todas las partes se justifican y relacionan: cuadros, gráficas, figuras, referencias, citas, etc. Debe responder a los lineamientos propuestos en la introducción. Como es la parte más extensa se divide en capítulos, subcapítulos y otras subdivisiones, de acuerdo al esquema de trabajo, para una exposición más clara. Los títulos y subtítulos responden a una organización interna. En las conclusiones y/o recomendaciones se dan los resultados obtenidos en todo el proceso de investigación; se muestran los adelantos alcanzados con el estudio y se manifiestan las explicaciones o soluciones al problema propuesto en la introducción. En el caso de investigaciones realizadas con la finalidad de sólo describir ciertos hechos, organizar el pensamiento de algunos autores con relación a un tema, es decir, de los trabajos sin un elemento crítico, no tienen que llevar conclusiones, sino un resumen de los aspectos conseguidos en la investigación, una síntesis con opiniones y recomendaciones sobre el tema.

La redacción del trabajo. Redactar, en su sentido etimológico, es "poner en orden", es decir expresar por escrito las ideas en forma lógica. Antes de redactar definitivamente se elabora un borrador en el que se trata de estructurar el cuerpo del trabajo en forma tentativa. Aquí se procura articular las partes, relacionar ideas, dar coherencia, y no transcribir uno tras otro los textos de las fichas sin manifestar una exposición razonada. La revisión y corrección del borrador se debe hacer al contenido y a la forma, además de los aspectos morfosintácticos, semánticos y ortográficos. Se examinan enunciados, párrafos, capítulos, hasta llegar a la totalidad del texto. Finalmente, se ordenan las partes del trabajo y se pasa en limpio tomando en cuenta la presentación del mismo.

Presentación del escrito. Los trabajos académicos se rigen por normas convencionales aceptadas por el uso universal y que caracterizan los resultados serios de las investigaciones. A decir, las siguientes: Referencias bibliográficas. Es característica esencial en la investigación documental el acudir a fuentes de información para sustentar y apoyar la exposición, de ahí que varias ideas propuestas en un trabajo se fundamentan en escritos de otros autores. En los trabajos académicos es muy frecuente que se transcriban textos o ideas de algún autor a fin de ampliar, analizar, comentar, explicar, refutar o probar alguna argumentación; es entonces necesario dar el crédito a quien le corresponde y citar con exactitud y cuidado. Estos textos e ideas se llaman citas, y son de dos tipos: Citas textuales o directas, en las que se transcriben las mismas palabras, puntuación y ortografía que aparecen en la fuente consultada. Después de una cita, siempre entre comillas, se coloca la "llamada de cita" con un número arábigo entre paréntesis o volado. La numeración de las llamadas de cita se realiza, ya sea en una sola numeración en cada página, corrida en todo el trabajo, o consecutiva en cada capítulo. En las citas indirectas se emplean las palabras del propio investigador para exponer las ideas de un autor. Este tipo de ideas se integran al texto, ya sean resumidas o parafraseadas.

Las notas son un tipo de información que no se acostumbra a incluir en el texto, y sirven para complementar el contenido del estudio, hay las notas de contenido, que amplían el texto con la información que se proporciona en ellas explicando, comentando o enriqueciendo un punto determinado que se desprenda del texto, las notas de referencia cruzada, que remiten al lector a otra parte del mismo trabajo y, a veces, a otro documento, para que se compare o revise el contenido expuesto en las dos partes, y; las notas de referencia bibliográfica, que presentan datos exactos de la fuente donde se consultó la cita que aparece dentro del texto. Cuando se cita por primera vez un documento se escribe en la nota la referencia completa de la fuente de información. Cuando se haya hecho mención completa de los datos bibliográficos de un documento, no es necesario repetirlos todos, entonces se utilizan las abreviaturas correspondientes: Íbid. (Ibidem) que significa en el mismo lugar, se usa cuando se cita otra página de la misma fuente inmediata a la anterior; Íd. (Idem) significa lo mismo, es cuando se cita la misma obra y la misma página de la fuente inmediata anterior; Loc. cit. (Loco citato) en el lugar citado, cuando se hace referencia a la misma obra y a la misma página ya citada en una nota anterior, que no sea la inmediata a la anterior. Se debe repetir el nombre y apellido del autor antes de la abreviatura; Op. cit. (Opere citato), en la obra citada, para referirse a la misma obra ya citada en una nota anterior. También se anota el apellido y nombre del autor, y la página citada; v.; vid. (Vide), véase, consúltese, indica que la fuente a la que se hace referencia amplía la información del tema; y cf.; cfr. (Confer), compárese, confróntese, se usa para indicar que se consulte para reafirmar o contradecir el tema.

Apéndices: es un estudio o ampliación de un tema, tratado por el mismo autor, que se añade a la información proporcionada en el campo del trabajo. Tales aspectos no son esenciales a la exposición general, pero sí de utilidad para la valoración del trabajo o para el planteamiento de una investigación posterior. Anexos: son estudios o materiales informativos que se presentan al final del trabajo y sirven de apoyo o de ampliación a la exposición general del texto. La diferencia con los apéndices es que los anexos contienen documentos que no han sido elaborados por el autor. Glosario: se emplea cuando es necesario definir o explicar el significado o el sentido en el que están utilizados algunos términos en el texto. Se ordenan alfabéticamente. El glosario se presenta al final del trabajo. Índices: son listas organizadas que presentan los aspectos y temas tratados para dar a conocer la ubicación de los aspectos en la obra, para dar una visión general de los temas tratados, y para fines de consulta que permiten localizar rápidamente la información. Hay índices de abreviaturas y siglas, de ilustraciones, nombres u onomástico, temas o temático, entre otros. Tabla de contenidos: presenta las partes y temas que contiene el trabajo de investigación. Equivale al esquema del plan de trabajo, y de acuerdo a él, se elabora. En él se señalan las páginas donde se encuentran los temas; se coloca al inicio del escrito; los títulos deben coincidir con los que aparecen en el texto.

Consulta también los post de investigación descriptiva , histórica y experimental.

Para preguntas o especificaciones del contenido de este apunte, enviar un mensaje a noemagico@gmail.com

PÉRDIDAS

PÉRDIDAS

Qué poco queda; si acaso el olvido arrastra el llanto y los besos amargos que nos ha regalado la sucesión de tantos crepúsculos; si acaso la lluvia ha depurado nuestras sinrazones y les ha dado un poco de ternura y se las ha llevado escurriéndose entre las calles y los patios; si acaso cerrando los ojos somos más nosotros mismos, y acaso el ocultamiento es permisible para caernos en la profundidad de nuestro reino...Si acaso, si acaso, siempre... acaso esperando que esta nada que nos queda tenga sentido.

POR: ARJÉ