Síntesis de los capítulos VII al X de “Las claves de la argumentación ”
de Anthony Weston, Tr. Jorge F. Malem, Ed. Ariel, 7ª ed., Barcelona, 2002.
Para escribir un buen ensayo basado en argumentos, usted debe usar argumentos tanto como un medio para indagar, como para explicar y defender sus propias conclusiones. Debe pensar el trabajo examinando los argumentos de sus contrincantes y luego debe escribir el ensayo mismo con un argumento defendiendo sus propias conclusiones con argumentos y valorando críticamente algunos de los argumentos de la parte contraria.
COMPOSICIÓN DE UN ENSAYO BASADO EN ARGUMENTOS
•Elija una conclusión que piensa que pueda defender.
•Después organice el ensayo de manera de que se trate todo lo que necesita ser tratado y, de este modo, pueda presentar la argumentación de manera más eficaz.
•Saque una hoja grande de papel y un lápiz para preparar el esquema.
Puntos principales de un ensayo:
•Explique el problema.
•Formule una propuesta o afirmación definitiva.
•Desarrolle sus argumentos de un modo completo.
•Examine las objeciones.
•Examine las alternativas.
Explique el problema:
•Comience por presentar la pregunta que quiere responder; luego, explíquela.
•¿Por qué es importante?
•¿Qué es de lo que depende la respuesta?
•Si está formulando una propuesta para acciones o medidas futuras, comience mostrando que en la actualidad tenemos un problema.
•¿Por qué otros deberían compartir sus preocupaciones o deberían estar interesados en sus ideas de cambio?
•¿Qué le condujo a usted a interesarse por la cuestión?
•Considere su audiencia.
•Tome en cuenta que la audiencia puede no ser conciente de la cuestión, o de la gravedad del problema: su tarea es hacer que tomen conciencia de ello.
•Para justificar su interés por una pregunta o cuestión particular, es posible que necesite apelar a valores o pautas compartidas.
Formule una propuesta o afirmación definitiva:
•Si está formulando una propuesta, sea específico.
•Después ofrezca tantos detalles como sea necesario.
•Si su objetivo es evaluar algunos de los argumentos a favor o en contra de una determinada afirmación o propuesta, puede que no esté formulando una propuesta propia o, ni siquiera, llegando a una decisión específica.
•Por ejemplo, quizá tan sólo pueda examinar una sola línea argumental en una controversia.
•Si es así, diga clara e inmediatamente que eso es lo que usted se ha propuesto hacer.
•A veces su conclusión puede ser simplemente que los argumentos de alguna tesis no son concluyentes.
•De ser así, está bien, pero formule esta clara conclusión inmediatamente. Comience diciendo: “En este ensayo, debatiré que los argumentos a favor de X no son concluyentes”, de otra manera su ensayo parecerá no concluyente.
Desarrolle sus argumentos de un modo completo:
•Una vez aclarada la importancia de la cuestión que está tratando, y una vez que haya decidido qué es exactamente lo que se propone hacer en su trabajo, está en condiciones de desarrollar su argumento principal.
•Planificar es importante. Su trabajo tiene límites: no cerque más tierra de la que puede arar. Un argumento bien desarrollado es mejor que tres sólo esbozados.
•No use cualquier argumento que considere que favorece su tesis. Además, diferentes argumentos pueden no siempre ser compatibles.
•Concéntrese en uno o dos de los mejores.
•Si hace una propuesta, tiene que mostrar que resolverá el problema con el cual comenzó. A veces con mostrar con exactitud la propuesta resulta suficiente.
•Si propone que en el país se instituya un programa de validación para las escuelas, entonces será necesaria una argumentación cuidadosa.
•Tiene que mostrar que dicho programa fomentaría la libertad de elección, que habría un serie de escuelas disponibles, y que estas escuelas serían claramente mejores que las actuales.
•Tendría que argumentar acerca de las causas y efectos, mediante ejemplos.
•Si debate a favor de una afirmación filosófica, éste es el lugar para desarrollar sus principales argumentos.
•Si objeta a favor de su interpretación de un texto o suceso, éste es el lugar para explicar los detalles de ese texto o suceso, y para explicar su interpretación detenidamente.
•Si su ensayo es una valoración de algunos argumentos en una controversia, explique aquellos argumentos y las razones de su evaluación.
•Si fundamenta una afirmación en un argumento mediante ejemplos, asegúrese de tener un buen número representativo de ellos.
•Si usa una forma deductiva, asegúrese de que es válida y de que cualquier premisa cuestionable también es defendida.
Examine las objeciones:
•Anticípese a preguntas escépticas:
–¿No es demasiada cara su propuesta?
–¿No tardará demasiado?
–¿Ha sido probada con anterioridad?
–¿Puede conseguir gente para llevarla a cabo?
•Si su propuesta será difícil de implementar: admítalo; y explique que intentarlo igual merece la pena.
•La mayoría de las propuestas no tienen un solo efecto sino muchos.
•Debe examinar qué desventajas puede tener su propuesta.
•Anticípese a las desventajas que otros puedan enarbolar como objeciones, sáquelas a colación usted mismo y respóndalas.
•Argumente que las ventajas superan a las desventajas (y asegúrese, previo análisis, de que así es).
•También puede argumentar que algunas posibles desventajas no se darán en la práctica.
•Si escribe un trabajo académico, busque las críticas a su afirmación o interpretación en textos asignados para el curso.
•También encontrará objeciones hablando con personas de diferentes puntos de vista, y en su trasfondo de lecturas.
•Escudriñe estas críticas por completo, seleccione las más fuertes o más comunes, y trate de responderlas.
Examine las alternativas:
•Ésta es una regla obvia, pero es pasada por alto constantemente. Si defiende una propuesta, no es suficiente mostrar que su propuesta resuelve un problema.
•También puede mostrar que es mejor que las otras maneras plausibles de resolver ese problema, bajo las circunstancias dadas.
•Si interpreta un texto o un suceso, tiene que examinar las interpretaciones alternativas.
•Por más hábil y profunda que sea su explicación de por qué sucedió una cosa, alguna otra explicación puede parecer más probable.
•Tiene que mostrar que las otras explicaciones son menos probables.
ESCRIBIR EL ENSAYO
•Usted ha explorado su cuestión y ha desarrollado un esquema.
•Está listo para escribir el ensayo mismo.
•Recuerde que escribir la versión formal es sólo el último paso.
•Use un lenguaje concreto, específico, definitivo, juegue limpio.
•Siga su esquema.
•Formule una introducción breve.
•Exponga sus argumentos de uno en uno.
•No olvide la claridad.
•Apoye las objeciones con argumentos.
•No afirme más de lo que ha probado.
Use un lenguaje concreto, específico, definitivo, juegue limpio:
•Utilice siempre las palabras pertinentes.
•Use los términos de un modo consistente: evite la ambigüedad.
•No utilice una misma palabra con distintos sentidos.
•No dé por entendidos conceptos cruciales en la argumentación.
•Puede especificar el significado de un término común, siempre que explique su nueva definición y la use consistentemente.
•Si usa términos que en otras lenguas son más específicos, enúncielos en su idioma original y explique su acepción en español.
Siga su esquema:
•Siga su esquema cuando comience a escribir.
•No pase de un punto a otro, si éste debe venir más tarde.
•Si al escribir le parece que su ensayo tiene una estructura desacertada, deténgase y revise su esquema. Después, siga de nuevo.
Formule una introducción breve:
•Muchos estudiantes usan toda la primera página de su ensayo (de cuatro páginas), simplemente para hacer una presentación del trabajo, a menudo de manera muy general e irrelevante:
–Durante siglos, los filósofos han discutido sobre la existencia de Dios… (NO)
–En este ensayo, argumentaré que Dios existe. (SÍ)
•Este trabajo probará que la institucionalización de un programa de validación para las escuelas primaria y secundaria, conduce a una sociedad de mayor intolerancia y aislamiento entre las personas de diferentes clases sociales.
Exponga sus argumentos de uno en uno:
•Como regla general exponga un argumento por párrafo.
•Incluir muchos puntos diversos en el mismo párrafo sólo confunde al lector y hace perder aspectos importantes.
•Use su principal argumento para plantear sus párrafos.
•Primero exponga sus intenciones con claridad, y después puede utilizar el silogismo hipotético que ya analizamos.
•Primero formule su principal argumento en un párrafo.
•Si no quiere incluir todos los pasos, al menos dé una clara idea de hacia dónde quiere llegar.
•Luego explique y defienda este argumento, y dedique un párrafo a cada premisa.
•Siga este modelo para todos los argumentos, no solamente para las deducciones.
•Cuando las premisas se convierten en las afirmaciones principales de párrafos separados, es precisamente su formulación paralela la que mantiene unido el argumento en su conjunto.
No olvide la claridad:
•Quizá usted sepa exactamente lo que quiere decir, para usted todo está claro, pero muchas veces no lo está para cualquier otra persona.
•Las cuestiones que a usted le parece que están relacionadas, a algún lector de su ensayo le pueden parecer totalmente desvinculadas.
•Por lo tanto, es esencial explicar las conexiones entre sus ideas, aun si le parecen absolutamente claras.
•¿Cómo se relacionan sus premisas entre sí y fundamentan su conclusión?
•La claridad es tan importante para usted como lo es para sus lectores.
•Las cuestiones que a usted le parecen relacionadas puede que no estén realmente conectadas, y al tratar de aclarar las conexiones descubrirá que aquello que le parecía tan claro no lo es en absoluto.
•Una buena prueba sobre claridad consiste en dejar de lado la primera redacción del trabajo durante uno o dos días, y leerla entonces nuevamente.
•Otra buena prueba es mostrar su ensayo a sus amigos para su lectura.
Apoye las objeciones con argumentos:
•Al desarrollar sus argumentos de una manera cuidadosa y completa, también tiene que desarrollar cuidadosamente y en detalle los posibles argumentos de las otras partes, aunque no de un modo tan completo como los propios.
•No afirme más de lo que ha probado
•Termine sin prejuicios:
–En conclusión, todas las razones parecen favorecer el programa de validación, y ninguna de las objeciones se mantiene en pie. Obviamente en el país se debería de adoptar un programa de validación tan pronto como sea posible. (NO)
–Argumenté en este ensayo que hay al menos una buena razón para adoptar el programa de validación. Aunque hay algunas objeciones serias, parece posible modificar el sistema de validación para hacerles frente. Merece la pena intentarlo. (SÍ)
LAS FALACIAS EN LA ARGUMENTACIÓN
Las dos grandes falacias:
•Extraer conclusiones de una muestra demasiado pequeña.
•Olvidar las alternativas.
Relación de falacias:
•Ad hominen. Atacar a la persona de la autoridad alegada, en vez de atacar sus cualificaciones.
•Ad ignorantiam. Apelar a la ignorancia.
•Ad misericordiam. Apelar a la piedad.
•Ad populum. Apelar a las emociones de la multitud, apelar a una persona que se comporta como la multitud.
•Afirmar el consecuente. Una falacia deductiva: Si p entonces q. q. Por lo tanto p.
•Ambigüedad. Usar una palabra simple por más de un sentido.
•Causa falsa. Término genérico para una conclusión cuestionable sobre causa y efecto.
•Composición. Asumir que un todo debe tener las propiedades de sus partes.
•Definición persuasiva. Definir un término de tal manera que parezca neutral, pero que de hecho es sutilmente emotivo.
•Descalificar la fuente. Usar lenguaje emotivo para menospreciar un argumento, incluso antes de mencionarlo.
•División. Asumir que las partes de un todo deben tener las propiedades de un todo.
•Falso dilema. Reducir las opciones que se analizan sólo a dos, a menudo drásticamente opuestas e injustas para la persona contra quien se expone el dilema.
•Hombre de paja. Caricaturizar la opinión del oponente de tal manera que resulte fácil refutarla.
•Negar el antecedente. Falacia deductiva: Si p entonces q. No-p. Por lo tanto, no-q.
•Non sequitur. Extraer una conclusión que no se sigue.
•Palabras equívocas. Cambiar el significado de una palabra en medio de un argumento, de tal modo que su conclusión pueda mantenerse aunque su significado se haya modificado radicalmente.
•Petición de principio –petitio principii-. Usar de modo implícito la conclusión como premisa.
•Pista falsa. Introducir cuestiones irrelevantes y desviar la atención del tema principal.
•Post hoc, ergo propter hoc. (Literalmente: “después de esto, por lo tanto, debido a esto). Asumir la causalidad demasiado pronto sobre la base de la mera sucesión en el tiempo.
•Preguntas complejas. Exponer una pregunta o una cuestión de tal manera que una persona no pueda acordar o discrepar con usted sin obligarse con alguna otra afirmación que usted quiere promocionar.
•Provincianismo. Error por universalizar un hecho local.
•Suprimir prueba. Presentar sólo una parte de un conjunto de datos que apoyen su afirmación, ocultando las partes que la contradicen.
LECTURAS SUGERIDAS:
ANSCOMBRE, Jean-Claude y Oswald Ducrot. La argumentación en la lengua. Tr. Julia Sevilla y Marta Tordesillas. Ed. Redos, Madrid, 1994. (Biblioteca Románica Hispanoamericana. Manuales, 75)
BEUCHOT, Mauricio y Edgar González Ruiz. Ensayos sobre teoría de la argumentación. Universidad de Guanajuato, México, 1993.
ECO, Umberto. Interpretación y sobreinterpretación. Tr. Juan Gabriel López Guix, Cambridge University Press, 2ª ed., Madrid, 1997.
MARTÍNEZ, José Luis. “Orígenes y definición del ensayo” en El ensayo mexicano moderno, I. F.C.E., 3ª ed., México, 2001.
MOLL SUREDA, María Elena. “El ensayo como estructura lingüística y construcción de sentido” en Onomazein. No. 5, Chile, 2000.
PREISTLEY, Maurer. Técnicas y estrategias del pensamiento crítico. Ed. Trillas, México, 1996.
PUIG, Luisa. Discurso y argumentación: un análisis semántico y pragmático. UNAM, México, 1991. (Cuadernos del Seminario de Poética, 15).
REY, Jöelle. “La argumentación en la divulgación científica” en Escritos. Revista del Centro de Ciencias del Lenguaje. Número 17/18, Universidad Autónoma de Puebla, México, enero-diciembre de 1998.
RICŒUR, Paul. Teoría de la interpretación. Discurso y excedente de sentido. Tr. Graciela Monges Nicolau, Ed. Siglo XXI, México, 1995.